El gobierno ruso y el banco central han accedido recientemente a reconocer al Bitcoin y otras monedas como divisas legales, aunque claro, con regulaciones. En este sentido, Rusia ya trabaja en un proyecto de ley que se lanzará este 18 de febrero y que establecerá a las criptomonedas como análogas de las divisas y no como activos financieros digitales. Viniendo de un gobierno tan rígido como el ruso, esta noticia resulta un tanto sorpresiva, pero parece que en el país se han percatado de los beneficios y potencial de las criptodivisas, dado que con esta decisión se están echando para atrás con la aparente prohibición total que se estaba gestando en enero de 2022.
Sea como sea, Rusia ahora persigue una vía legal con el bitcoin y las otras monedas, lo que constituye un alivio moderado para los usuarios de estas divisas y que se suma al repunte en valor que ha experimentado el Bitcoin en 2022 después de una terrible caída, por lo que nuevamente parece un buen momento para empezar a invertir en Bitcoins o hacer trading, aunque eso es un tema para otro momento, pero si quieres saber más, visita esta página.
Rusia busca una vía legal con el Bitcoin y otras criptomonedas
De acuerdo con Alexéi Moiséyev, viceministro de Finanzas ruso, hay sólidas razones detrás del cambio de parecer. Entre ellas figuran evitar la estagnación tecnológica, la reducción de ingresos fiscales y una fuga de talentos humanos.No obstante, esto no significa que la Federación Rusa vaya a permitir un libre uso de las divisas así sin más. El gobierno quiere legalidad ante todo y exigirá que todas las transacciones pasen a través de un “organizador de intercambio de monedas digitales” que obligará a todos a cumplir con la legislación anti-blanqueo. De igual manera, no están dispuestos a tolerar un sistema financiero paralelo en Rusia y muchos menos que se usen criptodivisas para actividades ilegales; por lo tanto, introducirán otras reglas al juego.
En otras palabras, habrá regulaciones y una de las primeras será que las transacciones en Bitcoins de más de 600.000 rublos (aproximadamente 7.000 euros) deberán declararse. De lo contrario, se considera un acto delictivo, y aquellos que incurran en este delito serán multados.
Se prevé la rastreabilidad de los flujos de dinero y las transacciones, así como también la identificación de los usuarios; lo cual derrota un poco el propósito inicial de las criptodivisas, pero es lo que Moiséyev vislumbra como una alternativa a la prohibición total.
Adicionalmente, cabe destacar el apoyo del presidente Vladimir Putin a la regulación de la minería de Bitcoins y criptomonedas en lugar de vetar la actividad por completo, abordando así uno de los aspectos más controversiales del asunto.
Recordemos que a finales de enero Putin instó al Banco Central de Rusia y a los partidarios del gobierno a llegar a un consenso sobre las criptomonedas, y parece que a un acuerdo se ha llegado, aunque claro, todavía quedan detalles importantes por concretar, así que quedamos atentos a cómo se desenvuelve la situación.
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