Si alguien quiere tomarle el pulso a la ciudad o más específicamente a El Centro, no tiene más que caminar por Carabobo, una de esas calles que fueron trazadas en los comienzos de la ciudad y que al parecer desde sus inicios ha tenido siempre la vocación de atraer a comerciantes, y compradores por supuesto, que dicho sea de paso pululan en este valle.
Dependiendo de lo que quiera encontrarse el observador, puede recorrer esta calle a diferentes horas del día. En las mañanas se puede caminar con cierta tranquilidad o hasta sentarse en una silla a mirar pasar la vida. Pero en las tardes es difícil pasar por aquí con calma. Es como si el desasosiego se apoderara de toda la gente que permanece o que transita por la famosa carrera Carabobo.