Para muchas personas las mañanas son las peores horas del día, además de las menos productivas. Si comienzas el día sin ánimo, todo el día estará arruinado, ¡y ni hablar del resto de la semana!
Si tienes una mala mañana es probable que esta empeore cuando comiences tu jornada laboral y te encuentres con un grupo de colegas bien despiertos y listos para trabajar. ¿Cuál es su secreto? ¿Cómo es posible que estén tan enérgicos en las mañanas cuando sientes que te ha atropellado un autobús?
Pero la verdad es que sí hay maneras en que tus mañanas puedan ser mejores, más enérgicas y productivas. Lo que necesitas saber es cómo iniciar el día en una nota positiva y motivadora y he aquí ocho consejos para lograrlo.
1. Planifica tu día con anticipación
Si hay algo que arruina una mañana, es tratar de averiguar qué necesitas lograr ese día.Cuando tu mente está aturdida y solo quiere dormir cinco minutos más, no puede procesar adecuadamente lo que debe hacerse.
¿Qué termina sucediendo como consecuencia? Olvidas tareas importantes durante el día, todo porque no las planificaste correctamente.
No te pongas en esa posición. El día anterior, decide qué se debe lograr al día siguiente, ya sea pagar facturas o realizar llamadas.
La noche anterior, escoge tu ropa y zapatos, y pon la mesa para el desayuno.
Crea un mapa mental para todas tus tareas y te ahorrarás la molestia de preocuparte por lo que tienes que hacer ese día.
Al realizar estas tareas de rutina, no tendrás nada más que hacer por la mañana, por lo que tu mente puede trabajar para despertarse y ser productiva.
2. ¡No pospongas la alarma!
El botón de repetición de la alarma no es tu amigo, es tu enemigo.Presionar el botón de repetición no te sirve de nada; tienes que despertarte eventualmente y, al presionar la repetición, solo estás retrasando lo inevitable.
Peor aún, estás interrumpiendo tu sueño: tu mente se despierta bruscamente, se envía a descansar y luego se despierta bruscamente una y otra vez. No es de extrañar que no puedas concentrarte durante el resto del día.
Ni hablar sobre tener que realizar informes complejos, cálculos, diagramas de Gantt o cualquier tarea que requiera de foco. Todo será muy cuesta arriba.
En lugar de presionar el botón de repetición, oblígate a levantarte inmediatamente y por “levantarte”, nos referimos a abrir los ojos, plantar los pies en el suelo y ponerse de pie.
No te acuestes en la cama después de que suene la alarma; tu cuerpo estará mejor motivado si cambias de posición y te mueves.
Evitar el botón de repetición no es algo a lo que uno se acostumbre fácilmente, pero con el tiempo, lo convertirás en un hábito.
3. No mires tu teléfono
Lo más probable es que tu alarma esté en tu teléfono y te sentirás tentado a revisar mensajes, emails, esa línea del tiempo que estabas preparando ayer para subir al sitio web de la empresa, o el video de la campaña de publicidad que estaba pendiente de aprobación antes de levantarte. No lo hagas.Deberías pasar la mañana concentrándote en tí mismo. Mirar el teléfono hará que pierdas la concentración en el aquí y ahora y, lo que es más importante, te alejará de tus necesidades actuales.
Por muy tentador que sea pasar tiempo “para mí” revisando las redes sociales, usa tu mañana para relajarte (las redes sociales no son relajantes).
Intenta meditar, escuchar música relajante o simplemente mirar por la ventana y absorber la naturaleza que te rodea.
4. Bebe agua, no café
Se supone que la cafeína te despierta, razón por la cual muchas personas comienzan el día tomando café.Pero lo que realmente hará que tu cerebro se ponga en marcha por la mañana no es el café, en realidad es el agua.
Míralo de esta manera, has estado dormido durante 6-8 horas. Y aunque tu cuerpo ha ralentizado sus funciones durante ese período, todavía necesitas nutrición, principalmente agua.
En lugar de tomar una taza de café a primera hora de despertarte, bebe un vaso de agua fría para rehidratar tu cuerpo.
Esto también ayudará a despertar tu cerebro para que dejes de sentirte tan lento por la mañana.
Puedes tomar tu dosis de cafeína más tarde en la mañana, pero comienza el día con agua.
5. Desayuna cuando quieras
Lo primero es lo primero: no puedes saltarte el desayuno. Es importante comenzar el día con una comida abundante y completa que te permitirá pasar el resto del día.Pero algunas personas simplemente no pueden tomar un desayuno completo a primera hora de la mañana; en realidad, las hace sentir enfermas.
Lo que la gente suele olvidar es que no todos los cuerpos son iguales. Algunas personas pueden tomar un gran desayuno a las 6:00 am, otras no soportan nada hasta las 10:00 am.
Come cuando tu cuerpo quiera pero come bien. Al igual que con el agua, tu cuerpo no se ha alimentado durante un largo período de tiempo, por lo que no puede ser productivo por la mañana.
Si tomas un buen desayuno, podrás concentrarte mejor durante el día que te espera.
6. Establece tus metas diarias
Una vez que te pongas a trabajar, crea una lista de tareas de acuerdo con tu horario para lo que debe lograrse ese día.Establece metas concretas y trata de lograrlas lo mejor que puedas. No apuntes demasiado alto: es poco probable que puedas redactar 10,000 palabras en un día ajetreado (incluso los escritores de blogs independientes no pueden hacerlo) y cuando no lo hagas, te sentirás desmotivado.
Establece metas alcanzables que puedan lograrse y que te harán sentir mejor contigo mismo y con tu día. Como sabemos, no hay nada mejor que marcar un elemento de tu lista de tareas como listo.
7. Haz tus peores tareas primero
La mayoría de las personas son culpables de comenzar el día posponiendo las cosas. Pero al no hacer nada por la mañana, impacta negativamente en tu productividad durante todo el día.Si dejas las tareas que odias hacer para el final del día, existe una alta probabilidad de que no las hagas en absoluto.
Al final del día encontrarás otra excusa para no hacer la tarea. Lo terminarás retrasando hasta el día siguiente y el ciclo se repetirá hasta que se acerque la fecha límite y entres en pánico.
No evites la tarea, no importa cuánto te aterrorice. Abórdala a primera hora de la mañana después de crear tu lista de cosas por hacer en el día.
8. Evita la multitarea
Tu nueva rutina matutina te habrá dado energías renovadas para afrontar el día. ¿Pero estás seguro de que puedes hacer varias tareas a la vez?Resulta que la multitarea no es tan beneficiosa para la productividad como muchos creían.
Al realizar varias tareas a la vez, en realidad divides tu atención y habilidad, en lugar de concentrarte en una tarea de principio a fin.
Si intentas hacer demasiadas cosas al mismo tiempo tu mente tendrá problemas para procesar múltiples fuentes de información; no sabrás qué es o no es necesario para las tareas en cuestión.
Evita intentar hacer demasiadas cosas a la vez por la mañana; concéntrate en completar una tarea a fondo y podrás hacer más en menos tiempo.
Conclusiones clave
Ser productivo por la mañana puede parecer una fantasía que solo disfrutan otras personas, pero con estos ocho consejos puedes estar más motivado y con más energía por la mañana.
Empieza el día la noche anterior: planifica lo que necesitas hacer y lo que quieres ponerte para salir al trabajo. No pospongas la alarma ni mires las redes sociales apenas te levantes. Bebe mucha agua y come un desayuno completo cuando lo desees.
Una vez que estés en el trabajo, establece metas alcanzables para ti y termina primero las tareas más difíciles y tediosas. Intenta concentrarte en un proyecto en lugar de varios, para que puedas ser más eficiente.
Cambiar tu rutina lleva tiempo, pero una vez que te acostumbres, serás más productivo en casa y en el trabajo.
Este articulo es el contenido original del blog de nosunelanube