¿De qué va todo esto?
El comienzo del juego es rápido y sencillo, tendremos que gestionar nuestra tienda en un pequeñísimo pueblo en el que hay cuatro mazmorras extrañas (solo una al principio) y un portón gigante bloqueado. Es evidente que algo tendremos que vender en la tienda, es por ello que tendremos que adentrarnos en las mazmorras para sacar el máximo de objetos posible.
Así es nuestra tiendecita al nivel 1.
El principio es un poco duro, ya que las explicaciones escasean y los monstruos son realmente difíciles, pero conforme vayamos consiguiendo monedas, podremos ir actualizando nuestro equipo y todo se vuelve más llevadero. La gestión de la tienda es muy curiosa, colocamos lo que queremos vender en unos estantes y le asignamos el precio que creemos conveniente, entonces abrimos la tienda al público, lo que consumirá un día de juego, y las reacciones de los clientes nos hará saber si algo es demasiado caro, demasiado barato o es su precio correcto. También habrá fluctuaciones de precio en algunos artículos.
Mazmorras
Las mazmorras consisten en tres niveles, más un jefe por mazmorra. Cada mazmorra tiene sus propios enemigos y objetos que podremos vender luego en la tienda y cada vez que avanzamos a una nueva, la dificultad aumenta. Tendremos un talismán que nos llevará de vuelta al pueblo a cambio de unas monedas, si no tienes suficientes, existe una lupa en el inventario que transforma inmediatamente objetos en dinero, aunque normalmente, nos da un porcentaje ínfimo de lo que realmente cuesta. Todo se genera de forma procedural, lo que hace más ameno el tener que volver varias veces al mismo sitio.
Déjame en paz, monstruo verde.
Visualmente precioso
Gráficamente el juego es muy preciosista en una estética de dibujo animado con un toque retro pixelado. Las animaciones son todas muy fluidas (mención especial a la tela mecida por el viento) y el personaje se mueve con mucha soltura por el escenario, haciendo que el juego sea una delicia jugable.
Podremos comprar cosas en otras tiendas del pueblo.
La banda sonora está bien, aunque aveces puede resultar repetitiva debido a la cantidad de veces que tenemos que ir a la misma mazmorra a por objetos para vender. En general, los sonidos están muy bien y la música acompaña pese a su repetitividad.
Algunos problemillas…
Pese a que la base jugable es muy buena, Moonlighter tiene algunos problemas que hacen que se empañe lo que podría haber sido un gran rival de Stardew Valley. El primer y gran problema, es su falta de contenido, al final todo se reduce a recoger los mismos objetos una y otra vez y tanto las mazmorras como el pueblo se sienten demasiado pequeños para lo que podría llegar a dar de sí.
La interacción con los lugareños, también es escasa, tanto como la historia, el loco Pit, no invita a conocer más y resulta demasiado predecible. Y por último, la re-jugabilidad del título es nula, no así como Stardew Valley o similares, que invita a seguir jugando.
Aún con estos fallos, es un juego entretenido que os enganchará durante unas 20 horas y espero que haya en camino un Moonlighter 2.
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