Cayó a mis manos un interesante libro: "La estupidez de las Organizaciones" de Enric Lladó e Igor Goienetxea. Es un libro de formación en Gestalt y por lo mismo su nombre no debe leerse literalmente. Es un libro en dos partes: la estupidez y las metáforas de cambio. Aquí va lo que se habla de la estupidez organizacional
Quiero destacar tres cosas de él: aclarar lo que se entiende por estupidez organizacional, exponer 7 metáforas de cambio desde el punto del liderazgo, y recomendar leerlo.
La estupidez organizacional merece atención. Su existencia es natural y es motivo de la existencia de muchas organizaciones y de sus sinsabores.
La estupidez organizacional que sea normal o esté siempre presente, no significa que debe subestimarse, avanza de forma sigilosa y discreta, y continuamente, astuta siempre por sobre la inteligencia de sus miembros.
La estupidez organizacional si no se detiene, crece continuamente, y puede encumbrar incluso a "estúpidos" al poder (sean naciones o empresas).
La estupidez organizacional si no se detiene, se hace imparable y no hay nada que hacer.
La estupidez organizacional está presente en todas las organizaciones.
La estupidez organizacional existe y podemos recordar cosas "estúpidas" del pasado, propias o ajenas, pero puede superarse y las organizaciones tienen más inteligencia que la propia inteligencia de la estupidez, lo que ocurre es que la inteligencia organizacional está en potencia, latente, esperando ser utilizada.
La estupidez organizacional es un reto que exige lo mejor de nosotros, pero no a medias, o se combate al ciento por ciento o se es parte de ella.
La estupidez organizacional se aprovecha de la desorganización, pero también de nuestra cadencia en no evitarla, en decir "eso le pasa a otros, a mí no".
La estupidez organizacional es más común que la inteligencia organizacional, pero no quiere decir que la primera sea más "grande" que la segunda.
La estupidez organizacional es tan astuta que hará lo posible para que no la veas.
La estupidez organizacional no la reconoce nadie, de hecho nadie se denomina estúpido, la estupidez fue de otro o "pasó una estupidez".
La estupidez organizacional se pide porque algo tuvo consecuencias negativas, pero no siempre la estupidez terminan en consecuencias negativas.
La estupidez organizacional de otros está caracterizada por nuestra incomprensión del acto de otros, refleja ignorancia propia y es un indicio de nuestra propia estupidez.
La estupidez organizacional alcanza su máxima cota gracias a la inacción de una gran mayoría lo que parece ser una pequeña bola de nieve.
La estupidez organizacional crece como una bola, pero invisible, y aquí es cuando se le llama "burbuja" o la estupidez de no haber actuado a tiempo.
La estupidez organizacional se aprecia cuando de tanto repetir el éxito de una estrategia, nadie se da cuenta que pasaron a ser parte del ADN, y por tanto inocuas y no tan estratégicas y peor aún, quizás ya innecesaria.
La estupidez organizacional se expone en la insistencia en repetir lo mismo, y crece hasta hacerse "indetenible", toma el control, crece.
La estupidez organizacional se detecta cuando hay evidencias irrefutables de que existe pero nadie hace nada para solucionarlo, hasta que alguien toma una decisión y le echan la culpa "al hilo más delgado" del problema.
La estupidez organizacional es "aquello que ocurre cuando lo que habíamos aprendido deja de ser útil, pero todavía no nos hemos dado cuenta" (texto base, p. 34).
La estupidez organizacional es el principal peligro si se quiere sobrevivir.
La estupidez organizacional es tan inteligente y capaz de adoptar diversas formas que muchas veces hay personas dentro de ella sin saber que lo están.
La estupidez organizacional es astuta como para que las personas queden en un estado de inconsciencia que les hace hacer caso omiso del impacto de la estupidez y siguen haciendo las cosas como "si nada" pasara.
La estupidez organizacional tiene más probabilidad de no retorno, que el desarrollo de la inteligencia organizacional.
La estupidez organizacional se hace invisible por el día-a-día que nos consume, nos enceguece, y no deja ver lo que pasa realmente.
La estupidez organizacional impera en muchos líderes, pero se detecta por no poseer liderazgo (sobre esta diferencia, lo comente en el post "Líder y liderazgo").
En síntesis, y a la luz de lo expuesto en el texto de Lladó y Goienetxea, es claro qué:
la estupidez organizacional existe y seguirá existiendo;
el liderazgo es ajeno a la estupidez humana y organizacional, pero debe lidiar con ella, y,
la estupidez organizacional si permea al líder.
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Libro referenciado:
Lladó, Enric; y, Goienetxea, Igor. (2014). La estupidez de las organizaciones. Editorial RIG (Rigden Institut Gestalt). 155 pp.