Personas tóxicas: dícese de aquellos seres que habitan la Tierra para hundir la vida de los demás. Este post va dedicado a ellos. Tampoco es que quiera ponerme melodramática, pero ¿Quién no se ha tropezado con alguno de ellos en su vida? Un familiar, compañero de trabajo, amigo, pareja, cliente, etc.
Se caracterizan por absorber la energía de los demás y sus ganas de vivir. Están cargados de un aura de negatividad, envidia y malestar general. Si sientes esto con algunas personas de tu alrededor, mi recomendación: ¡huye!
A veces la huida no es tan sencilla como mandar a esa persona a paseo, así que el tema se complica. Si no puedes perder de vista a ese ser entonces pon distancia y marca un círculo de fuego a tu alrededor para n
o dejarle entrar más allá de lo que tú quieras. Tú pones los límites. También puedes comer ajo y, cada vez que se acerque, echarle el aliento. Pero esta es una técnica peligrosa, ya que puedes espantar a todo el personal de tu alrededor.
Si tienes ocasión de mandar a esa persona a paseo, ¡te felicito! Puedes hacerlo con delicadeza, si la ocasión lo requiere, o con una dosis de cruda realidad, en plan: tanta paz lleves como descanso dejas.
A veces no son tan fáciles de identificar porque son expertos en la manipulación de mentes: te hacen sentir culpable porque ellos sólo quieren "ayudarte" o, pobrecitos, nadie les comprende. Lo que mejor me funciona a mi para identificarlos es el grado de irritación que me producen. Si cada vez que tengo contacto con esa persona me entra una mala leche inexplicable, me quedo exhausta y me quita la alegría de vivir: señores, estoy ante una persona tóxica.
¿Cómo identificar a un cliente tóxico? Suele ser una persona que, seguramente, empieza por regatearte el precio de tu servicio hasta cantidades irrisorias. Por supuesto, esto ya es un indicativo de que no valora tu trabajo (una retirada a tiempo SIEMPRE es una victoria). Desde luego, siempre va a poner la "puntillita" a tu trabajo con unos niveles de exigencia muy superiores al servicio que ha contratado.
Desde luego, va a hacer caso omiso de tus recomendaciones y va a pensar que es más listo que tú, aunque tú seas la profesional. Total, que acabas dedicándole más tiempo y más energía que a ningún otro. Pero él no tiene la culpa, la responsabilidad es tuya por no haberlo detectado inicialmente. Pero tranquilo, siempre estás a tiempo de decir "hasta nunki" de la manera que creas más oportuna.
Y, para la próxima vez que te tropieces con un caso así, verás como no pierdes el tiempo. Haz caso a tu instinto y, si algo dentro de ti te dice que esa persona NO, es que NO.
Mi recomendación de la semana: intenta, en la medida de lo posible, rodearte de personas que te aporten, que te inspiren y, que te hagan sentir bien. Que den color a tu vida en todos sus aspectos. Rodéate de gente que sume y empieza a quitarte de en medio a todos aquellos que resten.
Nos vemos en el siguiente post, pero mientras puedes seguirme por redes sociales.