Todo comenzó hace tiempo, mucho antes de tener mi blog, cuando comencé a leer a Jen.
No podía entender porque alguien forzaba (porque por mucho que adore su blog y la admire a ella como bloguera, no cuela que alguien sea así) tanto su humildad y agradecimiento.
Y sí, es cierto que la cultura americana hace que las personas muestren más, o incluso fuercen, su agradecimiento que nosotras, pero aún así, esto era exagerado.
Aparte de esto, veía cómo se excusaba constantemente por todo, una reacción no natural en mi opinión.
Por ejemplo un día escribía un post y hablaba de un producto que tenía/tiene a la venta en su tienda Etsy, y entonces se excusaba por haber puesto el link a ese producto o incluso por qué vendía el producto. En plan: "Me encantaría poder regalaros todo, pero desgraciadamente todo el tiempo que empleo en el blog y que me hace no poder estar con mi familia tengo que monetizarlo de algún modo para poder seguir haciéndolo".
Por aquel entonces yo ya no tenía mi tienda, pero pensaba: "Yo no tenía que excusarme ante mis clientas sobre por qué cobraba por lo que vendía. Es normal tener un negocio, creo yo." En cualquier caso, ese será el tercer debate.
Sigo con cosas no-naturales que veía en el comportamiento de esta bloguera:
Recuerdo un día que anunció que iba a colaborar con Target. La pobre escribió como tres pedazo-párrafos explicando que le encantaba Target, que antes de ofrecerle esa oportunidad siempre compraba ahí, que de hecho solía rechazar más colaboraciones que aceptar porque entendía que no reflejaban el espíritu de su marca, bla bla bla.
Aquí ya era bloguera, pero seguía pensando: "Pero deja de excusarte por todo lo que haces, ¡alma de cántaro!"
La cosa es que ahora lo entiendo. Imagino que la experiencia le enseñó a ser así, porque sabe que si no la lanzaban a los lobos.
Desgraciadamente a veces me doy cuenta que yo también voy a tener que cambiar, y de hecho a veces lo fuerzo un poquito. Pero por otro lado, no quiero tener que hacerlo. Me cansa tener que hacerlo. Y no me siento yo haciéndolo.
Yo no soy esa. No es que no sea humilde o que no sea agradecida. Lo soy. Humilde menos, agradecida más ;) Pero en cualquier caso no voy cada día pregonándolo a los cuatro vientos y, desde luego, no me gusta excusarme por cada paso que doy o cada vez que abro la boca.
Este es mi blog. Mi blog. En él trato de enseñaros, y como es obvio, os enseño lo que yo sé. Hay cosas que son más técnicas. Si os digo que para poner algo en negrita en un comentario (los comentarios aceptan html) tenéis que poner la palabra entre las etiquetas bold de apertura y cierre (o sea <b>aquí-la-palabra</b>), pues eso es así y no hay más. Pero cuando hablo de otras cosas más subjetivas, es obvio que es mi opinión o como yo lo veo.
Es muuuuy cansino tener que poner en cada post... Desde mi opinión... Yo pienso... Entiendo que otra gente lo vea de otro modo... Quizá me equivoque... En mi experiencia... Recordad que todos los caminos llevan a Roma... Desde luego yo no tengo la verdad absoluta de todo... Etc.
Todo eso es obvio. No veo por qué debería decirlo una y otra vez, pero por experiencia os digo, en posts más antiguos en los que no ponía un pelín de cuidado en decir cosas así, siempre me caía algún comentario poco-bonito.
Yo no soy así. Si estoy hablando con amigas y una explica cómo hacer una cosa con la que no estoy de acuerdo, digo: "pues no, no es así; es asá". Y me quedo tan ancha. Es obvio que yo también me puedo equivocar. Pero no le digo: "sé que eres muy inteligente, y que muchas veces tienes razón, pero en este caso en concreto creo que eso no se hace así. Yo he leído en muchas revistas y libros especializados del tema que es mejor hacerlo así. Además yo misma lo he comprobado ya que bla bla bla"
¡Pero en el blog no puedo! Sé que a veces lo hago pero también por eso tengo la fama que tengo :P
Me da la sensación de que cuando una es bloguera, en menor medida, se vuelve como una figura pública.
La misma sensación por la que me dan pena algunas personas famosas que si hacen esto la critican y si hacen aquello otro, también, es la misma que tengo yo.
Veo como cuando Letizia por ejemplo se pone un modelito y repite otro día, la critican por rata y no estar a la altura de cómo su cargo debería vestir. Y si no repite entonces la critican por derrochona y no estar conciencidada con la crisis del país y la situación en la que vive la mayoría. No importa lo que haga, la van a criticar.
Desde el principio no publico mucho de mi vida. Entiendo que mi blog es de blogs y que me leéis para aprender cosas sobre cómo mejorar vuestro blog o carrera como bloguera. Hasta ahí bien. Pero en general soy una persona bastante abierta y con poco sentido de la privacidad, de modo que no me importa contaros cosas de mi vida que creo que os pueden interesar en cierto modo.
Sois muchas las que me decís que publique más cositas personales o más fotos. Muchas también me habéis pedido que me haga cuenta en Instagram para ver mi día a día o un poco más sobre mí y mi vida.
Eso no lo voy a hacer porque no va conmigo. No logro entender el fenómeno selfie y mucho menos el fenómeno "estoy saliendo por la puerta", "estoy comiendome un helado", "estoy echando gasolina..."... Pero no me importa compartir ciertos aspectos que de vez en cuando puedan tener algo que ver con mi blog.
Sin embargo me da la sensación que cada vez que abro la boca, me llueve una crítica.
No digo que me critiquen todo el día. Las críticas que recibo son un porcentaje ridículo comparado con los halagos. Pero a veces basta un mal comentario entre 200 para que se nos quede mal sabor de boca toda la semana.
Recuerdo que cuando iba a ir a pasar el fin de semana a Madrid quería ir a cenar a Lamucca del Prado y como estaba completo pregunté en fb:Chicas, ¿tenéis alguna recomendación para cenar por Madrid en un restaurante que esté bien, y bien de precio, por Antón Martín?
Quería ir a Lamucca de Prado pero está completo para el sábado.
Gracias!
Y alguien me contestó:Lamucca barato no es. Pero claro, seguro que para la Lomana y especímenes del estilo, pagar por una cena 200â?¬p/p es algo incluso vulgar.
Y yo me quedé flipando un poco.
Personalmente he estado allí tres o cuatro veces y nunca he pagado más de 40 euros dos personas, de modo que no sé a qué viene el comentario. Pero aparte de eso, ¿y qué si fuera caro? Igual iban a invitarme. Igual tengo mucho dinero que he heredado. Igual gano mucho con mi blog. Igual era mi aniversario y quería un sitio especial. Igual lo que fuera.
Pero que fácil es apresurarse a juzgar como siempre.
Tengo la suerte de tener unas vistas preciosas desde mi oficina (ie, salón ;) y recuerdo un día que estaba trabajando y le envié una foto a mi amiga Ana por whatsapp con lo bonita que estaba la puesta de sol. Según lo hice iba a ponerla en facebook y de repente paré a tiempo. Pensé: ¿qué va a pasar si ven mi salón?
No es mi casa en realidad. Es la casa de mi novio. O bueno, ni siquiera es suya, es de alquiler. Con una mente brillante y muchíiiiisimas horas al día, tiene un negocio que le va bien y puede permitirse alquilar una casa bonita, con unas vistas desde su punto de vista inspiradoras y que le ayudan a trabajar mejor.
Pero pienso: no quiero tener que explicar todo eso si cuelgo una foto en la que se ve mi casa. Pero sé que si no lo hago la gente me va a juzgar, o va a opinar o va a lo que sea.
En el curso "Cómo ganar dinero con tu blog" os digo en la introducción:Y sé que hay gente por ahí muy escéptica a la que le cuesta creer que se puede vivir de un blog, pero os aseguro que no es así. Y es que es más: yo no gano tanto en realidad. Pensad que mi blog tiene muy poquito tiempo. No llega a año y medio.
El problema es que es un tema tabú, porque la gente no quiere decir lo que gana. Probablemente si os hablo de la envidia no os descubro nada nuevo, así que mucha gente hace como que su blog es su hobby porque no quiere que sus lectoras dejen de leerle o comprar al saber que el blog les genera dinero.
Y ahora entiendo el por qué.
Sé de alguien que tuvo el morro de pedir a otra lectora mía (a la que no conocía de nada, no hablo de que fuera su hermana o mejor amiga) que le pasara uno de mis cursos y que ella le pasaba a cambio otro que ella había comprado, alegando que en su casa las cosas estaban mal y que yo ganaba mucho dinero.
Mucho, lo que se dice mucho... ojalá. Pero ¿y qué si lo ganara? ¿Voy yo a Uterqüe a robar porque sé que Don Amancio es el tercer tío más rico del mundo? ¿Tengo yo la culpa de no ganar más para poder comprar la ropa de esa tienda?
Entonces, no puedo mostrar lo que hago porque si voy a un sitio cutre o tengo una casa cutre o lo que sea cutre, las pijas de por aquí me criticarán diciendo que soy una gitana; pero si voy un día a un restaurante caro o tengo una casa bonita o lo que sea, entonces vamos a criticarle diciendo que es una pija o que gana mucho o que es una mantenida. O peor aún: vamos a robarle cursos, que total, gana mucho.
Y sí, ganar mucho y ser una mantenida son totalmente opuestos, lo sé. Pero es que unas personas dirán una cosa y otras la otra, porque la verdad es que ninguna sabe lo que hay detrás.
Igual no es ni una cosa ni la otra. Igual estoy en un restaurante caro por una ocasión especial porque hace tiempo decidimos ahorrar no cenando en restaurantes nunca más. Igual estoy en un restaurante caro porque hace un año que mi novio y yo nos conocimos. Igual tengo dinero porque ahorré mucho cuando mientras tenía mi tienda de maquillaje y luego cuando era azafata de vuelo.
Pero qué más da, si la cosa es saltar sin saber.
Por supuesto, tampoco puedo irme de vacaciones y si me baño con delfines poner una foto al parecer, porque vaya la que se lió con Alma cuando ella lo hizo.
El resultado es que una tiene que medir más lo que dice en su blog que cuando está en una entrevista de trabajo. Y personalmente, me parece super cansado.
Adoro y readoro mi blog y realmente me siento super afortunada de poder vivir de él. Pero a pesar de eso reconozco que aunque la respuesta final siempre es que sí, muchas veces me planteo si merece la pena.
Por supuesto una se lo plantea en los días de comentario no simpático. También me lo planteo cuando veo comentarios no simpáticos en los perfiles o blogs de otras blogueras. Como sigo a pocas, gracias a dios los leo poco; si no seguro que ya había cerrado el chiringuito, pero por ejemplo a Alma y a Jen (a Alma la sigo en Facebook y a Jen leo su blog) veo como las critican muchísimo, cuando como digo, Jen la pobre está todo el día explicando todo y excusándose por todo.
¡Y yo no soy así!
No quiero tener que forzarlo.
Y sobre todo, no quiero perder mi espontaneidad.
Es más, si lo hago, ¡estaré perdiendo mi esencia! Porque precisamente si algún adjetivo me define es espontánea o auténtica.
De modo que siento a veces que estoy entre la espada y la pared. Como cuando estáis super enamoradas de un tío pero sabéis que esto, esto y aquello no le gusta de vosotras y tenéis que decidir entre seguir siendo vosotras mismas y mandarle al tío a la "M" o pensar que hacéis el esfuerzo de cambiar esas tres cosas para poder así estar con vuestro amado ;)
Decidme,
¿Tenéis vosotras la sensación de que no podéis ser vosotras mismas a veces en vuestro blog y en las redes? ¿Creéis que las blogueras deberían cambiar cositas (o al menos mostrar o fingir) de su personalidad para que les lluevan menos críticas? ¿Creéis que es mejor seguir siendo una misma, más espontánea y natural, a pesar de que sepáis que a veces os dejarán comentarios no simpáticos? ¿No pensáis que un blog más aséptico no tiene gracia y es por tanto mejor no criticar nunca para así no forzar a esa bloguera a cambiar?
En fin, no hace falta que os haga preguntas. Abro el debate. ¡Contadme lo que queráis sobre lo que opináis del tema!
Mil besos,
¡Gracias por suscribirte! Mil besos, Blanca