Muchos piensan que la fase de lanzamiento es la única etapa dura de este viaje, pero la verdad es que el lanzamiento es solo la primera de muchas etapas duras que están por llegar.
Dos tercios de las startups que logran una primera ronda de inversión no son capaces de llegar a una segunda y, según datos de la incubadora Y Combinator, solo un 0,4 % alcanzan un éxito razonable (al menos en Estados Unidos).
Cuando una startup encuentra un hueco en el mercado y el equipo comienza a crecer, el emprendedor se tiene que enfrentar a nuevos retos para los que es difícil estar preparado.
Y es que en la fase Scaleup, en la que la empresa busca el crecimiento, el emprendedor deja de ser emprendedor para convertirse realmente en un CEO con todas las responsabilidades que ello conlleva.
Es en este momento cuando dos habilidades toman gran relevancia: delegar y coordinar. Si el emprendedor carece de estas habilidades es muy posible que la startup acabe fracasando.
En este artículo vamos a ver por qué son realmente tan importantes estas habilidades y algunos consejos para desarrollarlas.
Delegar y coordinar, las claves para escalar tu startup
La importancia de delegar
Un emprendedor está acostumbrado a hacer de todo en las primeras fases de lanzamiento, desde el diseño de su web, hasta la contabilidad, pasando por las ventas y el marketing. Los recursos son escasos y hay que ser capaz de adaptarse a cualquier tipo de tarea.
El problema es que, debido a esta fase, al emprendedor le cuesta delegar tareas a otras personas cuando el equipo crece; siente que pierde control sobre la empresa, el equipo o el proyecto.
Pero delegar es de vital importancia para mejorar la productividad, no solo personal, sino también de la empresa en general. Delegar tiene dos importantes beneficios que son la eficiencia y el foco:
Delegar aporta eficiencia, ya que permite que personas más preparadas en un determinado ámbito se hagan con el control de sus tareas asociadas. Está muy bien que el emprendedor haya sido capaz de lanzar las primeras campañas de marketing para conseguir tracción, pero una persona preparada y dedicada exclusivamente al marketing será mucho más eficiente y conseguirá mejores resultados en una fase en la que el nivel de exigencia es superior.
Por otro lado el emprendedor consigue foco al descargarse de tareas que le impiden concentrarse en sus objetivos principales. Cuando nos encontramos ante una gran cantidad de tareas diferentes estamos constantemente haciendo switching entre ellas y generando interrupciones que nos impiden tener un ritmo regular de trabajo.
Si el emprendedor no puede concentrarse en sus tareas esenciales puede que pierda la visión global del rumbo que debe tomar la empresa.
Es normal que el emprendedor sienta miedo al delegar por la pérdida de control que ello conlleva, pero un buen sistema de reporting con su equipo le ayudará a seguir informado y a tener todos los datos que necesita para llevar a su empresa hacia el éxito.
El arte de coordinar
Al mismo tiempo que el emprendedor comienza a delegar es necesario que aprenda a coordinar a todo el equipo para que avance de manera alineada en dirección a los objetivos principales de la empresa.
Cuando un equipo es pequeño el management es relativamente sencillo para el emprendedor, pero cuando el equipo crece, las comunicaciones, tareas, responsabilidades y discusiones se multiplican.
Es fácil que en esta fase se produzcan solapamientos de trabajo, que se trabaje en diferentes direcciones o incluso que se produzcan enfrentamientos entre miembros del equipo.
¿Cómo resolvían hasta ahora los problemas de coordinación en las empresas? Principalmente a través de reuniones. El problema es que en muchas ocasiones las reuniones pasan de ser una herramienta eficaz de management a un pozo sin fondo de productividad.
Por suerte, la tecnología ha propiciado la aparición de herramientas de comunicación interna que ayudan a coordinar equipos de una manera más flexible y efectiva.
Para coordinar de manera efectiva es importante que el emprendedor tenga una visión global de la empresa, los objetivos que quiere alcanzar y las tareas que tiene que desarrollar para conseguirlo.
Una vez el emprendedor comience a delegar y coordinar estará preparado para superar los nuevos retos derivados del crecimiento. Queda patente que un emprendedor nunca puede parar de aprender y desarrollar nuevas habilidades, ya que de otro modo resultaría imposible alcanzar el éxito.
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