Antes de ponerme a describir al detalle como hice cada cosa me gustaría hablaros del lugar. Mi garaje, la choza del coche como le llama mi pareja, es bastante grande ya que mide 50 metros cuadrados. Doy fe de que entran dos coches, una moto y una bicicleta sin rozarse. De todas formas creo que se podría convertir un espacio más pequeño en un estudio (casero) sin ningún problema.
Mi madre era costurera y tiene toda la casa llena de retales. Buscando entre ellos encontré telas de loneta bastante grandes, aunque algunas no lo son lo suficiente. Las colgué en la pared más luminosa de mi garaje con unas pocas puntas, intentando no dar a la tubería del agua, que casualmente pasa por allí. He de decir que las telas que tengo sólo me permiten fotografiar de medio cuerpo, pero para empezar no está nada mal. Con el tiempo vendrán nuevos colores y proyectos.
Bueno, vamos a lo que más nos interesa, los focos. No tengo un duro, literalmente, así que decidí fabricar los focos de forma casera. ¿Queréis saber cómo? Pues cogiendo dos cajas de zapatos y haciéndole 4 pequeños agujeros. En ellos "clave" un casquillo de bombilla de tamaño normal. Para que la luz no se absorbiera forré todo el foco con papel de plata y como difusor opte por un trozo de papel de hornear en blanco traslucido. Las bombillas son en blanco frío? o eso dice en la caja.
Bueno, tampoco tenía donde colgar los focos así que más ancha que larga cogí un par de puntales que tenía mi padre y los colgué allí. Y ?. Yo diría que eso es todo, a falta de las pruebas que os voy a dejar a continuación. ¡Un besote! Y recordad, que ni el dinero, ni el espacio ni absolutamente nada os impida disfrutar de lo que más os gusta. Puede que yo con mis cuatro bombillas y mi trozo de tela no venda imágenes pero os aseguro que para seguir avanzando, echarse unas risas y tener unas fotillos la mar de chulas basta y sobra.