Empecemos por el principio.
Tipos de discos duros
Podemos diferenciar entre los discos duros internos y externos. Los discos duros internos son aquellos que vienen incorporados en el interior de un ordenador. Por el contrario, los discos duros externos, como su nombre indica, se conectan al PC de manera externa.Los dos tipos de discos duros que encontrarás en el mercado son HDD (Hard Disk Drive) y los SSD (Solid State Drive). Estos últimos son los que se han popularizado y han ido ocupando terreno en el mercado durante los últimos años. Ambos tipos tienen características diferentes y están orientados a realizar diferentes tareas.
A continuación vamos a describir las características y ventajas de cada uno de ellos y las principales diferencias entre ambos.
Disco Duro HDD
Los HDD (Hard Drive Disk o discos duros mecánicos) es el componente de almacenamiento que más se ha utilizado en ordenadores desde el principio de los tiempos.En este tipo de sistema de almacenamiento, los datos se almacenan de forma permanente, es decir, la memoria del disco duro no es volátil y la información no se pierde aunque se apague el ordenador.
Como su propio nombre indica, se componen de discos rígidos que giran dentro de una caja metálica. La información se almacena en discos magnéticos que giran a altas velocidades. Un brazo magnético es el que se encarga de leer y escribir en los discos.
Cuanto más rápido giren los discos, a más velocidad se transmitirán los datos. Normalmente, estas velocidades se encuentran entre 5.400 y 7.200 RPM, aunque hay algunos que pueden alcanzar las 15.000 RPM.
El tamaño de los HDD suele encontrarse entre las 2,5 y las 3,5 pulgadas.
Unidad de Estado Sólido SSD
Las unidades SSD (Solid State Drive) se diferencian de las HDD principalmente por su composición. En lugar de estar formadas por piezas móviles, los datos son almacenados en chips que funcionan igual que una memoria USB (pen drive). Al ser no volátiles, siguen almacenando los datos aunque se apague el ordenador y se pueden utilizar con los discos duros de toda la vida.En lugar de tener un brazo que lee y escribe la información, los SSD tienen un procesador denominado controlador que es el que se encarga de realizar estas acciones. Al no ser una pieza física, hace que los SSD sean más silenciosos que los HDD. La velocidad de estas unidades depende del controlador, el tipo de memoria y la interfaz de conexión.
El diseño y el tamaño de los SSD es parecido al de los HDD, rondando las 2,5 pulgadas.
Principales diferencias
Capacidad
Uno de los aspectos en los que sobresale los discos duros a las unidades sólidas es en la capacidad.En general, podemos encontrar unidades HDD con capacidad de 1 hasta 10 TB, mientras que la capacidad de los SSD se encuentra entre 250 GB y 4 TB.
Habrá que tener en cuenta esta característica dependiendo del uso que se le vaya a dar al disco duro. Si se necesita para guardar fotos, vídeos, música o archivos de gran tamaño, será mejor un disco duro con una amplia capacidad. Pero, sin embargo, si va a ser utilizado para instalar un sistema operativo, la capacidad del SSD es suficiente.
Precio
Aunque los precios de los SSD vayan bajando según van pasando los años, aún son mucho más caros que los HDD. Por capacidades de almacenamiento similares, un SSD puede llegar a costar hasta el doble que un HDD.Los costes de fabricación y materiales de las unidades HDD son mucho menores que los de las unidades SSD, de ahí que su precio final también sea más barato.
Sin embargo, aunque pagues más por un SSD, al final estarás invirtiendo en rendimiento y eficiencia.
Consumo
El consumo de energía en los SSD es mucho más bajo que en los HDD. Al tener que girar un plato metálico y hacer funcionar el brazo magnético, la unidad HDD requiere más energía. Los SSD, al ser una unidad electrónica, no necesitan de tanto consumo.Para dispositivos de bajo consumo, será más conveniente utilizar una unida de estado sólido.
Velocidad
La velocidad es la principal ventaja de los SSD a los HDD. Al no estar formados por piezas mecánicas, las unidades SSD son mucho más rápidas. Esto quiere decir que el tiempo de arranque, la lectura y escritura, y la transferencia de archivos es mucho menor que en un HDD.La transferencia de datos de un HDD suele ser de entre 50 y 150 MB/s, mientras que la de los SSD es de entre 200 y 550 MB/s. Además, cuantos más datos almacenados tenga un HDD, más tardarán en leerse.
Durabilidad y vida útil
Al estar formado por partes mecánicas y móviles, los discos duros HDD son vulnerables a caídas y golpes o incluso a movimientos bruscos. Este tipo de problemas son habituales y si tu disco duro es dañado tendrías que tratar de recuperar los datos lo antes posible porque la cosa irá a peor.Además, estas partes móviles se van desgastando con el paso del tiempo y con el uso.
Por otro lado, las unidades SSD pueden aguantar los golpes sin dañar los archivos almacenados.
Sin embargo, aunque los SSD sean más resistentes y tengan una mayor durabilidad, su vida útil no es ilimitada. Cada celda de la memoria flash puede ser reescrita un número limitado de veces (por eso se recomienda no tenerlo nunca lleno para evitar que se escriban siempre las mismas celdas). En el caso de los HDD, la escritura sí es ilimitada.
Conclusión
¿Qué me compro? Dependiendo del uso que le vas a dar al disco duro, será mejor un tipo u otro. Si tan sólo lo necesitas para almacenar archivos y documentos, yo compraría un disco duro HDD porque están más baratos y lo que necesitas es una amplia capacidad de almacenamiento.Sin embargo, si lo que necesitas es incorporarlo a tu ordenador para tener en él instalado el Sistema Operativo, lo que necesitas es que vaya rápido, así que lo más recomendable será un disco duro SSD.