Las claves de su éxito residen en que alimentan una de las principales necesidades que tiene el ser humano, la socialización, y esto les ha permitido incrementar sus niveles de audiencia vertiginosamente.
Desde sus orígenes han aparecido muchas redes sociales, pero al final pocas han acabado consagrándose. Las principales en la actualidad son Facebook, Twitter, YouTube, Google+, Instagram…
El caso más sonado es el de Facebook, que desde su creación en el año 2004 ha conseguido llegar a acumular la escalofriante cifra de 1300 millones de usuarios y traducciones a más de 70 idiomas.
Como plataforma de comunicación, solo por la audiencia que acumulan, no tienen rival. Además, otra de las grandes ventajas con las que cuentan las redes sociales son las posibilidades de segmentación, ya que, bien de manera explícita a través de intereses declarados cuando rellenamos nuestro perfil de usuario, bien de manera implícita a través de las temáticas por las que nos interesamos en nuestra navegación, proporcionan muchísima información sobre gustos, aficiones e intereses, que se explotan progresivamente de forma muy rentable.
Cuando aparecieron las redes sociales, las empresas invirtieron muchos esfuerzos en captar seguidores, ya que a priori, parecía que era un canal muy económico para emprender acciones de comunicación. Parecía bastar con tener una página para interactuar con tu audiencia y para ser justos con la verdad, así lo era, solo que poco a poco este escenario idílico fue cambiando.
Conforme las marcas fueron acumulando seguidores, las plataformas analizaban la manera de poder cobrar a estas marcas por hacer comunicación en sus redes y fueron restringiendo paulatinamente la visibilidad de las publicaciones orgánicas, reduciendo el número de seguidores que podía visualizarlas. En el caso de Facebook, detrás de este ejercicio restrictivo se encontraba su algoritmo conocido como Edge Rank, el cual determina el número de fans a los que se alcanza con el contenido que se publica en una página.
De esta forma fue cobrando valor su sistema de anuncios. Los conocidos como social ads, ya que a través de estos, potencialmente se puede llegar al 100% de la audiencia, pero pasando antes por caja, claro.