Además, las nuevas soluciones tecnológicas como el Machine Learning nos permiten optimizar los procesos de traducción y mejorar el servicio que prestamos a nuestros clientes.
Aun así, a día de hoy cualquier solución totalmente tecnológica como Google Translate está lejos de ser una opción que debamos contemplar.
Cómo abordar una traducción con garantía de éxito
La manera en la que hacemos llegar la información y su calidad influye de forma directa en la percepción del cliente sobre nuestro producto o servicio. Una mala traducción o localización de nuestra información influirá claramente en la opinión del cliente sobre nosotros.
Entonces, ¿qué requiere una traducción profesional?
Hay tres factores esenciales sin los cuales no deberíamos abordar un proyecto de traducción, ya que la ausencia de cualquiera de los tres repercutirá sin duda en la calidad del trabajo final:
Contar con un traductor profesional con formación en traducción.
Que el traductor tenga experiencia y formación en el sector de la información que se traducirá.
Que el traductor sea nativo en el idioma al que queremos traducir la documentación.
Estos tres factores son básicos: sin ellos, no deberíamos abordar un proyecto de traducción, aunque no son una garantía de éxito al 100 %.
En numerosas ocasiones, la búsqueda de traductores nativos profesionales, con formación en nuestro sector y según la combinación de idiomas de la traducción puede resultar muy difícil y los precios suelen ser elevados.
La tecnología nos ayuda a optimizar el proceso y a garantizar la calidad de la traducción, lo cual repercutirá en una mejor traducción, en un plazo más ajustado y a un coste menor.
En blarlo.com con un simple clic puedes acceder a un servicio con más de 1.700 traductores profesionales por sectores, que traducen en exclusiva a su idioma materno. Además, la tecnología presente en todo el proceso de traducción permite que este último sea totalmente eficiente:
La tecnología permite separar los formatos del contenido. Con esto, el equipo de traducción solo se centrará en traducir el texto, y las herramientas de edición en volver a componer el contenido en su formato original pero ya traducido. Esta ventaja supone un gran ahorro de costes y tiempos.
Usar memorias de traducción y glosarios. El concepto de las memorias de traducción es sencillo: la misma frase no ha de traducirse nunca dos veces. El sistema se encarga de detectar segmentos (o grupos de palabras) que ya han sido traducidos anteriormente y los traduce de forma automática. Algo que parece tan lógico solo puede llevarse a cabo con la tecnología adecuada, y abordar esta tarea de la manera apropiada desde el principio es fundamental.
Otra labor importante es definir correctamente los glosarios: es decir, los términos y expresiones que queremos que se usen siempre en nuestra traducción y que no dependan del criterio del traductor. Esto nos permite la homogeneización y mantener la coherencia del contenido traducido. En algunos casos, el uso de estas tecnologías puede reducir el trabajo de traducción en más del 70 %, lo que se refleja en el presupuesto.
Por último, se lleva a cabo una revisión de la traducción. Esta revisión se realiza tanto de forma automática desde el punto de vista ortotipográfico, como semántico e idiomático por parte del traductor profesional.
Así pues, si hemos tenido en cuenta todos estos factores, sí que podemos garantizar que nuestra traducción es sinónimo de calidad.
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