Como sabes, las imágenes que van a verse en el monitor de un ordenador requieren una resolución inferior a la necesaria para imprimir esas mismas imágenes.
Por lo general, se habla de 72 ppi (píxeles por pulgada) para el monitor; y de 300 dpi (dot per inch o punto por pulgada) para impresión.
Ahí aparecen las primeras dudas; ya que si nos referimos a imágenes que utilizan los píxeles para ser visualizadas hablamos de píxeles por pulgada y, en cambio, utilizamos puntos (dot) por pulgada si hablamos de imágenes impresas.
El problema es que estos valores (72 ppi o 300 dpi) se refieren a la cantidad de información en un espacio físico, en una pulgada. Esta unidad de medida anglosajona equivale a 2,54 cm.
Esto significa que si queremos ver una imagen en una pantalla necesitamos 72 píxeles por cada pulgada de imagen, mientras que si la tenemos que imprimir se requieren 300 puntos.
Las fotografías digitales no nacen con una determinada resolución por pulgada, sino qe están formadas por una matriz de píxeles.
Una cámara fotográfica de 6 millones de píxeles capta fotografías con un sensor de unos 3000x2000 píxeles (producto que da como resultado los 6 millones de píxeles).
Para entenderlo, abre en Photoshop una imagen que hayas captado con tu cámara y ve a Imagen/Tamaño de imagen...
En la parte superior de la ventana aparece indicada la dimensión de la foto (16,8 Mb; que corresponde a una foto de unos 6 millones de píxeles) y la altura (2100 píxeles>). Estos son los valores de base de la resolución.
Fíjate ahora en la parte central de la ventana. En Tamaño del documento aparece 23,71 cm de anchura y 17,78 cm de altura, a una resolución de 300 píxeles/pulgada. Esos datos dicen que si quieres reproducir impresa esa imagen a una calidad de 300 puntos por pulgada, las dimensiones que obtendrás de la imagen son las indicadas.
Desactiva ahora la opción Remuestrear la imagen (no tiene que aparecer la "v" en su casilla) y prueba a escribir 72 píxeles/pulgada en lugar de 300 píxeles/pulgada. Ahora, las medidas de la imagen son mayores que antes (98,78 cm de anchura por 74,08 de altura).
Pero si te fijas en la parte superior de la ventana, podrás observar que la dimensión en píxeles, los píxeles de ancho y de alto y el peso de la imagen siguen siendo los mismos que antes.
Esta comprobación demuestra que aquello a lo que nos referimos como resolución no es un dato absoluto, sino que únicamente nos permite entender hasta qué punto podemos reproducir correctamente una imagen en distintos soportes. El límite lo pone la dimensión de la imagen original.
Si queremos imprimir la imagen, para lo que necesitamos 300 dpi, podemos reproducir la fotografía a un tamaño máximo de 24x18 cm, aproximadamente.
Si, en cambio, queremos verla en un monitor, podemos llegar a tenerla, también de forma aproximada, de casi un metro por 74 cm. Pero en ambos casos es una fotografía de unos 6 millones de píxeles de 2800x2100 píxeles.
Toda esta explicación es importante para no confundir los valores de la resolución con la calidad efectiva de una imagen.
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