Pero el problema aparece cuando el sujeto se mueve y, por tanto, hay un pequeño instante de tiempo desde que pulsamos hasta la mitad del botón de toma y el momento en que se pone en marcha el obturador de la cámara.
En esas décimas de segundo el sujeto podría haberse movido y estar a una distancia distinta a la que habíamos medido. O peor aún, que haya que mover la cámara para seguirlo y tenerlo siempre encuadrado.
En este segundo supuesto, la distancia entre el sujeto y la cámara cambia todavía más, y el error del sistema de enfoque automático se hace más evidente. Se corre el riesgo de sacar una fotografía con el sujeto totalmente fuera de foco.
Para evitar este problema, muchas cámaras réflex cuentan con una modalidad de enfoque continua, conocida como AI Servo AF, cuya finalidad es precisamente calcular el movimiento y la velocidad del sujeto y prever su posición cuando se tome la foto.
Esta opción es imprescindible para los fotógrafos deportivos y para captar buenas fotografías de sujetos en movimiento.
El enfoque AI Servo AF es muy útil cuando se combina la opción de disparos en serie, de distintos fotogramas por segundo, con la toma de un sujeto en movimiento. En cada disparo, aunque sea rapidísimo, la cámara medirá la distancia del sujeto y garantizará su correcto enfoque durante toda la secuencia.
El sistema AI Servo AF debe desconectarse cuando no sea necesario, puesto que en muchos casos no es útil e, incluso, podría causar confusión a la hora de captar sujetos en movimiento que no sean el centro de atención de la fotografía.
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