Quiero contarles que ayer martes fui a la agencia Tigo del City Mall a comprar una SIM Card para mi nueva Huawei MediaPad 7 Vogue. Lo hice con la intención de comprobar las quejas que le he leído a algunos de mis contactos.
Llegué a la agencia a las 5:22 p.m. y anoté en mi tableta todo lo que sucedió como se puede ver a continuación:
5:22 pm - hora de entrada
Preguntó qué deseaba y me atendió de inmediato.
Preguntó si deseaba activarle algún servicio.
Después de pedir mi ID me llamó por mi nombre de formal cordial.
Tomó la tableta y él mismo se ofreció para meter la SIM card.
Preguntó si me podía ayudar en algo más.
Se despidió y se puso a la orden.
5:28 pm - Hora de salida.
El resultado de este pequeño experimento fue positivo y llegué a la conclusión que el servicio que brindan en esa agencia es muy bueno, posiblemente las personas que se quejan lo hacen porque el hondureño por naturaleza es desesperado y siempre quiere ser lo atiendan de inmediato, aunque vea que hay 30 ó 40 personas frente a él, sino veamos como ejemplo el lío que se forma en el anillo periférico cuando se comienza a formar una tercera y cuarta fila en los dos carriles creando caos y más embotellamiento, o qué decir de los que se suben a la acera y avanzan a toda velocidad.
Otro ejemplo clásico de la desesperación de muchos compatriotas es el de las filas. En los bancos, en la fila del cine, antes de entrar a un concierto, etcétera, siempre hay personas que están buscando a un conocido que les ayude a meterse. Irrumpen creando desorden y discordia, pero si usted les pregunta contestarán de forma irresponsable: "Ay es que estamos en Honduras y aquí todo el mundo hace lo mismo".
Es cierto que el dicho reza que el cliente siempre tiene la razón, si y no, pero eso no implica que se deba ser irrespetuoso con las personas que nos están atendiendo. Una buena actitud en todos los aspectos de la vida siempre hará que a su alrededor todo funcione como un reloj suizo.
Como dijo William Shakespeare alguna vez: "La paciencia es la sabiduría del hombre".
Por una Honduras sin soberbia, saludos :)