No debemos perder de vista que la neutralidad consiste en que proveedores de servicios de Internet y gobiernos que los regulan, deben tratar todos los datos por igual, sin cobrar a los usuarios una tarifa dependiendo de a donde accedan. Sin embargo y, pese a que desde diciembre de 2017 inició la batalla encabezada por distintas organizaciones para recuperarla, ayer 23 de abril entró en vigor esta nueva regulación.
Aunque esto era previsible desde que Donald Trump llegó a la presidencia, Ajit Pai, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, semanas después tomar el cargo, presentó un proyecto de nueva regulación alegando que era la mejor manera de proteger la neutralidad al eliminar todas las leyes que la protegían por ser un obstáculo para las inversiones.
Así, la regulación hoy vigente permite que los proveedores de Internet bloqueen, degraden o prioricen el tráfico, bajo la condición de informar a los usuarios finales acerca de tales conductas, pero es dudoso que esto suceda ya que, expertos afirman que en lugar de permtir una mejor competencia, generará una competencia desleal y afectaciones a la libre elección de los usuarios.