La publicación significa que una nueva batalla sobre la Neutralidad de la Red está por comenzar. Los estados del país vecino, así como otras instancias podrán establecer demandas a cerca de estas normas. A la par de esto, se libra una batalla en el Congreso que busca votar la anulación de esta ley por completo. Pero es casi un hecho que aquella batalla no llegue muy lejos en el congreso del país de las barras y las estrellas, debido a que existe una mayoría republicana en ambas cámaras, que detendrían fácilmente algún intento por traer la Neutralidad de la Red nuevamente.
Lo peor de todo, es que estas nuevas normas sobre internet y su uso, impuestas por la Comisión Federal de Comunicaciones que revocan de manera tan contundente las reglas de Neutralidad de la Red que operaban con anterioridad; no contienen prácticamente nada, es decir, fueron reemplazadas por un montón de nada. Los proveedores de Internet ahora pueden bloquear, acelerar y priorizar el contenido si así lo desean. La única regla real aquí, es que tienen que revelar si están haciendo algo de esto.
Una práctica que es un signo de lo que está por venir, es la clasificación cero, donde los proveedores de internet ofrecen datos gratuitos cuando usa ciertos servicios. Esto suena muy bien en la superficie (¿quién no querría datos gratuitos?), Pero da una gran ventaja a los sitios y servicios que el proveedor de Internet elige apoyar. AT&T, por ejemplo, ofrece la transmisión gratuita de sus propios servicios de video, como DirecTV Now, mientras que los suscriptores aún tienen que pagar para transmitir Hulu. Eso significa que un cliente de AT&T puede estar más dispuesto a inscribirse en DirecTV que en Hulu, lo que haría la vida más difícil para Hulu y otros competidores de video streaming.
A largo plazo, esto podría permitir a los gigantes tecnológicos y de telecomunicaciones establecidos elegir los servicios que ganan y pierden, en lugar de tenerlos a todos compitiendo en un campo de juego parejo y dejar que los consumidores elijan lo que les gusta más.
Vía The Verge | Mashable