Este es nuestro séptimo capítulo sobre la serie de fotografía culinaria que estoy compartiendo con mis seguidores de El gato goloso
Si eres nueva(o) por aquí quizás de te interese consultar el resto de la serie:
Food Photography #1: Balance de blancos e iluminación
Food Photography #2: Exposición
Food Photography #3: Profundidad de campo y tiempo de exposición
Food Photography #4: Props
Food Photography #5: Observa y aprende cómo mejorar tus fotos de comida
Hoy discutiremos cuales son mejores ángulos para fotografiar comida.
Pero antes deseo mostrarles algunas fotos del taller de fotografía culinaria que acabamos de terminar:
Aquí mis estrellas @andreadanielas @bliscanob @lacomensal @lari1506 posando orgullosas
con su certificado después de tanto trabajo
Ha sido una experiencia maravillosa y me encanta ver cómo cada quien desarrolla potencialidades que ni sabía que poseía. Ser testigo del autodescubrimiento de otros es siempre fascinante y saber que estoy colaborando con mi granito de arena en ese proceso hace que todo lo que hago cobre sentido. Nunca me sentí tan bien en la vida.
Y como he visto el entusiasmo que muchos han mostrado en esto (no solo fotógrafos aficionados sino tambien emprendedores y personas relacionadas con la comida y con presencia on-line) he decidido abrir un espacio para que la gente encuentre la información completa sobre el curso.
Algunos ya la conocen. Se llama Sirop Studio y estaría felíz de ver sus comentarios y saber qué les parece. Pueden ver la página haciendo clic más abajo: SIROP STUDIO
Puse mucho cariño (y autocontrol también) haciéndola, espero que sirva de ayuda a los interesados. Ya veremos cómo evoluciona :)
Ahora volvamos a nuestro tema de hoy.
Hay que recordar que si estamos haciendo fotografía de lo que comemos (o cocinamos) es porque pensamos que vale la pena registrarlo y/o compartirlo de algún modo, bien sea porque se trata de una comida que nos quedó especialmente sabrosa o porque es una que nos trae un recuerdo que compartimos con nuestra tribu o quizás eres un food entrepreneur y deseas mostrar a tu público lo que ofreces de la mejor manera posible, en todos los casos nuestra misión es transmitir y mostrar a nuestra protagonista (la comida) de la mejor forma posible.
Cuando hablo de ángulos me refiero al punto de vista o la posición que ocupa la cámara en relación a la superficie donde se encuentra la comida y dependiendo del tipo de foto que se desee construir, ese ángulo puede variar.
Este esquema muestra que la cámara puede estar ubicada desde los 0 grados a ras de la superficie (o incluso menos aunque no es común verlo) hasta 90 grados lo cual crea una vista aérea del plato (ese tipo de toma se denomina cenital). Dependiendo del tipo de comida y la forma en que la hayamos dispuesto unos ángulos funcionaran mejor que otros.
Veamos varios ejemplos para aclarar las cosas.
Toma a 45 grados
Este es el ángulo que estamos acostumbrados a ver cada vez que nos sentamos a la mesa con un plato de comida en frente. Es por eso que probablemente sea el ángulo que mas se acostumbra a utilizar en food photography. Nos permite ver la comida ligeramente desde arriba y con cierta profundidad, luce accesible y real y hace pensar que el plato está dispuesto para el que observa.
Sin embargo, por estar tan acostumbrados a ver las cosas de esa manera este tipo de fotos a veces no causan el impacto que desearíamos, por eso, además de hacer tomas a 45 grados, suelo utilizar otros puntos de vista para llamar la atención de quien observa si eso me sirve para mostrar alguna característica de la comida que no se ve a 45 grados.
Toma al ras (0 grados)
En este caso la cámara se sitúa a la altura de la mesa. De inmediato las comidas que tiene cierta altura ganan importancia, lucen altivas, imponentes y por su puesto, más grandes, además permite mostrar el contenido en caso de sandwichs y hamburguesas que de otro modo sería imposible ver, no es casual que las cadenas de comida rápida usen este tipo de ángulo para sus fotos.
En este caso, todo lo que está al fondo cobra importancia y hay que fijarse bien no solo en el plato protagonista sino todo lo que está detrás, este es el momento para ocupar el espacio con objetos que ayuden a reforzar la historia que estamos contando y de fijarse bien que no aparezcan el enchufe de la pared, las toallas que dejó tu esposo sobre la silla o la cola del gato.
Toma cenital (90 grados)
Este tipo de toma permite ver las cosas de una forma más gráfica a veces abstracta y es perfecta para jugar con las simetrías y las formas geométricas. La comida que se dispone de forma plana y tiene formas geométricas es ideal para esto.
Al contrario del caso anterior, el fondo desaparece y es sustituido por la superficie donde reposa la comida (la mesa, el mantel, etc). A mi me encanta utilizar bandejas de metal usadas y maderas con textura, aportan riqueza visual y sensación de historia sin distraer del sujeto principal.
La fotografía cenital ha estado muy de moda en los últimos años en lo que respecta a food photography y por fin la gente ha comenzado a apreciarlo en este país (aunque en otros lugares ya mas bien comienza a parecer cansón y hasta parece un abuso de tanto que se utiliza).
Hace varios años, cuando se me ocurrió mostrar ese tipo de fotos a mi profesora de portafolio mientras hacia el diplomado, me insistía en que la comida se veía extraña y que para ella era como si estuviera cayendo, no hubo forma de hacerle entender que existen otras formas de ver la comida (y el mundo) mas allá de lo que apreciamos cuando nos sentamos a la mesa.
Estos son los tres puntos de vista mas comunes, no necesito decir que cualquier variación de ellos es válido y que depende mucho del objeto fotografiado, por ejemplo, un plato o un bol de sopa debe ser fotografiado desde un punto de vista mas bien alto (al menos 45 grados) porque de lo contrario veremos mucho plato y poco de lo que contiene. Una torre de panquecas, de brownies o los vasos de cocktel lucen mejor desde un punto de vista bajo.
Otras veces un ángulo bajo (alrededor de 30˚) nos permite jugar con los elementos del fondo para reforzar la historia que deseamos transmitir.
En todo caso los invito a moverse alrededor de lo que estén fotografiando, hacer varias tomas desde diferentes ángulos y luego seleccionar las que mas les gusten.
Debemos obligarnos a salir de nuestra zona de confort (en fotografia y en la vida misma) porque las cosas interesantes comienzan a aparecer justamente ahí, donde la comodidad y la rutina ya no existen ;)
Eso es todo por el momento ¿te ha parecido útil este artículo? ¿trabajas con otros puntos de vista o siempre usas el mismo? deja tus comentarios más abajo y si piensas que has aprendido algo ¡compártelo!¡Feliz domingo!
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