Al menos no el modelo que conocemos en la actualidad, tildado por muchos de horroroso.
La expectación generada al comienzo por la llegada de las Google Glass se ha ido disolviendo con el tiempo, lo que ha llevado a la compañía a parar la venta del modelo mientras trabaja en desarrollar un modelo más agradable a la vista.
Muchas críticas
Desde que aparecieron los modelos de desarrollo, que los interesados podían adquirir al "módico" precio de 1500 dólares, los comentarios de muchos no han sido nada positivos, sino todo lo contrario.
Finalmente, Google se ha planteado un cambio de rumbo y paralizar la venta de las gafas hasta perfeccionarlas y ponerlas en el mercado en un futuro.
Google Glass como herramienta laboral
Google ha repetido muchas veces que las Google Glass tienen multitud de aplicaciones profesionales, aplicaciones hacia las que parece que son los pasos que van a dar los de Mountain View.
Sea como sea, el proyecto estará en manos de un nuevo desarrollador, Tony Fadell, que abandonó Apple y se incorporó a la disciplina de Google tras la compra de Nest, empresa que él mismo ayudó a fundar.