Se trata de un fallo grave de diseño y que se localiza en el Kernel, por dichas razones afecta a cualquier sistema operativo: Linux, MacOS y Windows. Por que permite el acceso a cualquier programa, sin necesidad de contar con permisos para entrar al núcleo del sistema operativo.
Por lo cual un programa malicioso podría entrar a esta parte de la memoria y robar cosas como passwords y credenciales de acceso de distintas clases, vulnerando hasta los datos bancarios, si es que el equipo en cuestión ha sido usado para transacciones entre entidades financieras.
A pesar de que es un error de diseño de estas magnitudes y que data en procesadores fabricados por Intel desde hace 10 años, la compañía no ha abierto la boca para nada. Aún no han emitido ningún comunicado por ningún medio. Por su parte, existen ya los primeros esfuerzos de programadores para intentar revertir un poco el daño o prevenir ataques.
El problema de las soluciones para sistemas operativos como MacOs y sobre todo Windows es que se debe reescribir el núcleo del Sistema Operativo y separar todos los procesos del Kernel, lo cual consume muchos recursos de la máquina, provocando que esta se vuelva lenta e inestable. Lo que representa entre un 5% y hasta un 30% menos rendimiento de la computadora.
El único sistema operativo aventajado, dada esta falla, es Linux que ya cuenta con un parche que soluciona eficientemente el problema. Sin embargo, estamos en espera de que tanto Apple como Microsoft hagan lo propio, para evitar una catástrofe de medidas épicas.
Vía The Verge.