En realidad, un objetivo reproduce una imagen perfectamente nítida sólo para aquellos objetos situados a cierta distancia (la distancia enfocada), mientras que los colocados a distancias mayores o menores se ven. de forma progresiva, cada vez más desenfocados.
Como el ojo humano no es capaz de detectar esos pequeños desenfoques, se consideran enfocados los objetos que están en una gama de distancias definida como profundidad de campo depende de distintos parámetros:
Calidad del objetivo: influye en la nitidez y, en consecuencia, en la relación entre los elementos del sujeto enfocados y los que no lo están.
Longitud focal: cuanto mayor sea, menor será la latitud de exposición.
Distancia de enfoque: cuanto más cerca te encuentres del objeto que estás fotografiando, menor es la profundidad de campo; es decir, la amplitud de la nitidez.
Apertura del diafragma: cuanto más abierto está el diafragma, menor es la profundidad de campo.Éstos son los principales aspectos que deben considerarse para aprovechar lo mejor posible la profundidad de campo.
Haz pruebas: fotografía varias veces la misma escena con distintas distancias focales, diferentes diafragmas (compensando con el tiempo de exposición la diferencia de luz) e, incluso, modificando la distancia entre el objetivo y el sujeto. Te ayudará a entender cómo se comporta la profundidad de campo.
Después, fíjate en la siguiente fotografía. Verás que el foco está en una zona concreta de las gafas y de la guitarra y que el resto queda muy desenfocado.
Con esta imagen se querían destacar los dos detalles que definen al cantante: usa gafas y cautiva con su música. El resto no era importante (no hacía falta mostrar perfectamente la guitarra, sólo su esencia).
En ocasiones, demasiados elementos, generan confusión. Si quieres explicar con la fotografía una buena historia, utiliza pocos detalles. Desde esta perspectiva, reducir la profundidad de campo es una opción muy interesante.
UN BOTÓN ÚTIL
No siempre se consigue controlar el efecto de la profundidad de campo en las imágenes que se encuadran con el visor LCD. La imagen se ve demasiado pequeña, y algún elemento que a simple vista parece nítido puede en realidad estar desenfocado.
Las réflex disponen de un botón, situado cerca de donde se sujeta el objetivo, que cierra manualmente el diafragma para poder controlar en el visor el efecto y el resultado.
Con el cierre del diafragma, la imagen del visor es más, oscura, pero si te acostumbras a ello verás que es un sistema de control de gran utilidad en situaciones críticas.
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