En la actualidad, con la mayoría de empresas teniendo tras de sí un entramado informático que gana en complejidad a medida que la compañía gana en tamaño, contar con unos buenos servidores es algo absolutamente indispensable. Estos equipos especializados se encargan de albergar toda la información de una organización (trabajadores, servicios, facturas y un larguísimo etcétera) y gestionarla para que cualquier miembro que lo necesite pueda trabajar con ella sin problema alguno.
Según el tipo de compañía, su labor se extiende. Por ejemplo, en un negocio especializado en la venta de ropa, el servidor debe encargarse de saber las tiendas que hay, las ventas realizadas, las prendas que se tienen, las faltas de stock y, de nuevo, otro largo etcétera. De ahí que se trate de un equipo informático prioritario para garantizar el bienestar y, sobre todo, la correcta organización de una compañía.
Para muchos, el precio de estos sistemas es demasiado elevado. Dada su importancia, sería fácil decir que lo mejor es no caer en los miedos a la hora de pagar e invertir sin dudar; pero hay que ser conscientes de que no todo el mundo tiene las mismas posibilidades a nivel económico, de ahí que una muy buena opción sea recurrir a servidores segunda mano.
Servidores segunda mano, la otra solución
Comprar servidor usado ofrece las mismas bondades que hacerlo con uno normal, con la única diferencia de que no son equipos completamente nuevos. La segunda mano es algo que lleva muchísimos años moviendo otra parte del mercado y siendo la solución perfecta para particulares y empresas, sobre todo en el sector de la informática.
Con ella puedes tener acceso a un servidor informático bastante preparado y capaz a un precio mucho menor de lo habitual. De esta forma, se rompe la frontera del precio por completo y, a la vez, se garantiza la tenencia de algo capaz y versátil.
En algunas ocasiones, además, se cuenta con una garantía adicional con la que cubrir cualquier tipo de problema. De hecho, algunas tiendas que los ponen a la venta ofrecen un sello de calidad con el que aseguran su correcto funcionamiento (el principal miedo cuando te topas con algo usado o seminuevo).
¿El problema?, la pérdida de otros servicios adicionales que suelen ir adheridos a la compra de un servidor nuevo (mantenimiento del distribuidor, revisiones, etc.). Se puede mantener, pero para eso hay que realizar una búsqueda más exhaustiva y, sobre todo, saber bien lo que se necesita.
¿La ventaja?, que puedes tener todas sus bondades pagando mucho menos.