¿Quién dijo que lo de estar permanente conectado tan sólo conllevaba ventajas? El boom de Internet en el móvil ha otorgado una ubicuidad a nuestras identidades digitales que puede acarrearnos más de un disgusto durante una noche de juerga. No son pocos los que a la mañana siguiente se arrepienten de haber compartido fotos y comentarios en redes sociales, haber llamado a su ex o incluso haber enviado mensajes comprometidos al jefe.
Afortunadamente, existen algunas aplicaciones que, si bien no eliminan la resaca, al menos pueden ahorrar un dolor de cabeza extra. Otras herramientas y dispositivos incluso ayudan a salvar vidas.
Ante todo, toma precauciones
Con 23 años, Joshua Anton ideó una app a la que definió como "el condón para tu teléfono". Tres años después, este joven estadounidense imparte charlas en eventos TEDx para explicar el éxito de su creación: Drunk Mode.
Con esta aplicación gratuita para iOS y Android, el usuario puede bloquear los contactos del móvil por un tiempo de entre 3 y 12 horas, con el fin de evitar llamadas de las que luego pueda arrepentirse. En el caso de que esté tentado de hacerlo, podrá desbloquear su agenda siempre y cuando demuestre que está sobrio, para lo cual deberá resolver una operación matemática.
Con la opción de geolocalización, indica dónde se encuentran amigos que también utilizan Drunk Mode y además deja grabada en el móvil la ruta que realizó el usuario durante el tiempo en el que estuvo activada la app, por si al despertar le falla la memoria y necesita algo de ayuda para recordar.
Android bajo siete llaves
Disponible solo para Android y con un nombre muy similar a la anterior, Drunk Lock da un paso más allá y no solo impide hacer llamadas a los contactos de la agenda, sino que además puede bloquear el uso de WhatsApp, Facebook, Twitter, Snapchat, Google Hangouts, Viber, Go SMS Pro, Handcent SMS y Chomp SMS.
El usuario decide durante cuánto tiempo estará activado este bloqueo y para dar marcha atrás también deberá resolver problemas matemáticos.
Existe una versión de pago que por 1,06 euros elimina la publicidad y aporta funciones adicionales como el bloqueo de contactos específicos.
Vive, la pulsera inteligente
Creada por un grupo de estudiantes de la Universidad de Washington, Vive es una pulsera que aún no se comercializa y está pensada para su uso en conciertos, macrofiestas y otras reuniones multitudinarias. La idea es que un grupo de amigos se coloquen las pulseras y las sincronicen vía Bluetooth al inicio de un evento, de tal modo que estarán en contacto mientras las lleven puestas.
Vive incorpora un sensor epidémico de alcohol y otro de deshidratación, así que es capaz de detectar, a través de la piel de la muñeca, si el usuario está ebrio o sobrio. Asimismo, dispone de un acelerómetro y un giroscopio con los que detecta si la persona se ha dormido o desmayado. En cualquiera de estos casos, la pulsera comienza a vibrar. Si el usuario no requiere ayuda, basta con desactivar la alarma; pero si transcurridos unos segundos no lo hace, la vibración se transmite al resto de las pulseras con las que se ha sincronizado al principio. Gracias a la app de Vive instalada en los móviles, el grupo puede localizar al amigo que necesita ayuda mediante GPS.
Tu alcoholímetro particular
Nos ponemos más serios: si todos los coches incorporaran dispositivos que impidieran su uso a conductores ebrios, las muertes en accidentes de tráfico relacionados con el consumo de alcohol podrían reducirse hasta en un 85%. Desde hace años, algunas marcas como Volvo disponen de sistemas alcolocks, unos accesorios que funcionan como alcoholímetros particulares. El propio conductor puede realizar un test soplando en el dispositivo y el vehículo bloqueará el encendido del motor en el caso de que el resultado de alcohol en sangre sea superior al límite fijado.
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