Con la introducción de la tecnología digital, en las cámaras compactas se ha extendido la función zoom digital, como alternativa al clásico zoom óptico. Más allá del parecido que guardan sus nombres, los dos dispositivos son bastante diferentes tanto en su estructura como en los resultados que ofrecen.
El zoom óptico permite la posibilidad de ampliar y restringir el campo de toma al mover la lente del objetivo.
El zoom digital aprovecha las posibilidades que ofrece la electrónica para aumentar sólo la parte central del encuadre, obviando las zonas laterales. Pero hay que tener que tener en cuenta que con el zoom digital se pierde resolución y calidad en la imagen, ya que si el sensor dispone, por ejemplo, de 10 millones de píxeles, sólo se utilizan los 5 o 6 millones de píxeles centrales.
El mismo resultado que se obtiene con el zoom digital con cualquier software de edición de imágenes por ordenador. Así pues, en lugar de utilizar el zoom digital es conveniente tomar la fotografía con la máxima resolución posible y dejar para el momento posterior de la edición en el ordenador la tarea de recortar la zona de interés de la imagen. Si la cámara fotográfica lo permite, es muy aconsejable desactivar la función de zoom digital y usarla sólo de forma muy controlada.
UN PASO MÁS
Una alternativa válida al uso del zoom digital consiste en acercarse más al sujeto. De esa manera, podrás conseguir un buen encuadre sin necesidad de que la imagen pierda resolución.
Recuerda que es mejor aproximarse al sujeto y, si a pesar de ello no consigues el encuadre deseado, emplea únicamente el zoom óptico para conseguir la mejor calidad de imagen.
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