Es un proceso de muchísimo trabajo (nada de entrar a la oficina a las nueve de la mañana y salir a las siete de la tarde de lunes a viernes) y conlleva sacrificar al principio la mayoría de la vida personal en un proyecto que te cambiará la vida si trabajas duro y aprendes de tus errores.
Al pasar unos años y cuando el negocio ya va viento en popa, con más ayuda, más personal o colaboradores se suele relajar un poco ese estrés inicial pero, aún así, nuestra mente no para de pensar y de trabajar las 24 horas del día.
Todo esto tiene unas consecuencias en el cuerpo y la mente, como pueden ser:
Falta de energía.
Agotamiento mental.
Dolor de cabeza.
No poder trabajar más de una hora seguida.
Apatía.
Desánimo.
Falta de motivación.
Tanto si te has puesto ya en marcha con tu emprendimiento como si llevas unos años con él o tienes en mente hacerlo, será importante que sepas cómo reducir de forma significativa todo esto e incluso hacerlo desaparecer.
Consejos para mantenerse en forma siendo emprendedor
Con una buena alimentación y ejercicio
Puedes decir: porque yo haga ejercicio no van a desaparecer mis problemas, ni mis tareas, ni puedo perder tiempo en hacerlo porque tengo mucho trabajo.
Pero, cuando lo hagas, no necesitarás doce horas de trabajo, ya que serás capaz de hacer en ocho lo mismo que en doce porque vas a ser mucho más eficiente mental y físicamente y aumentarás tu resistencia a la fatiga mental y física, tu motivación, autoestima y energía.
Una buena forma para motivarte y estar en forma es contratando un entrenador personal on-line, que conlleva una mínima inversión y que va a mejorar mucho tu salud.
Beber tres o cuatro litros diarios de agua si eres hombre y dos o dos y medio si eres mujer
El cuerpo es un 75 % agua y este líquido es necesario para realizar todas las funciones, tanto las neuronales, como las motrices. Una falta de agua en tu cuerpo provocará cansancio, deshidratación y enfermedad.
No te saltes comidas. Estás realizado alguna tarea y cuando miras el reloj se te ha ido el santo al cielo y ese día has comido una o dos veces. Si tu cuerpo no tiene las proteínas, hidratos de carbono y grasas necesarias, estarás sin energía, débil y enfermarás.
Haz ejercicio tres o cuatro veces por semana. Ya sea en el gimnasio con pesas, saliendo a correr, con la bicicleta, natación o incluso caminando a paso rápido de 30 o 40 minutos, el ejercicio te va a ayudar a reducir tus niveles de cortisol.
Sí, esa hormona del estrés tan famosa que hace que estés débil, retengas líquidos, engordes y te cueste conciliar el sueño. Además, con el ejercicio también conseguirás tener muchas más energía y podrás trabajar durante más horas.
Tienes que dormir siete u ocho horas diarias. Sí, te entiendo, te falta tiempo y necesitarías que el día tuviera más horas para poder lanzar tu negocio y, ahora que estás empezando, te faltan manos para hacer todo lo que quieres.
Pero es mejor que duermas lo necesario porque, si no lo haces, luego no rendirás y cuando lleves varios días durmiendo cuatro o cinco horas y tengas que leer un párrafo tres veces para entenderlo o no te salgan las días, todas esas horas trabajando no serán productivas.
Fuera tecnología dos horas antes de acostarte. Móviles, televisores con películas violentas, estudio… Todo eso hará que estés activo y tengas los ojos como los de búho durante la noche. Así que relájate en esas horas y desconecta hasta la mañana siguiente.
Alimentación equilibrada. No sabes cómo puede mejorar la energía y el rendimiento una persona que se alimenta correctamente. ¿Sabías que el alcohol deshidrata el cuerpo y la comida basura disminuye los niveles de serotonina? La serotonina es la hormona de la felicidad y unos niveles bajos llevan a la depresión, a la apatía y a no tener ganas de hacer nada.
Así que debes alimentarte de forma sana. Aunque pienses que no tienes tiempo, no vayas todos los días a un McDonald’s ni comas cosas fritas o verás como tu energía y tu nivel de motivación disminuyen, y además ganarás peso y podrás enfermar.
Comidas equilibradas pueden ser cualquier pescado a la plancha con verdura, ensalada o legumbres, una pieza de fruta o un yogur con unas tortas de arroz para el almuerzo y, para el desayuno, un sandwich con aceite de oliva, atún, jamón cocido o serrano o unos copos de avena con leche, por ejemplo.
No utilices los dulces para calmar tu ansiedad. Es muy común cuando alguien tiene ansiedad y estrés que, para calmarla, recurra al azúcar. Pero esto es una droga y te pasará factura. Cuando ingieres azúcar en cantidades concentradas el cuerpo tiene una hiperglucemia (unos altos niveles de azúcar en la sangre) y libera insulina desde el páncreas para reducirla y proporcionar una sensación de bienestar.
Pero a los minutos tendrás una hipoglucemia porque esa cantidad de insulina no ha dejado tus niveles glucémicos a niveles normales, sino que lo ha reducido por debajo de su nivel normal para prevenir otro pico, por lo que tu cuerpo volverá a pedirte azúcar y entrará en un bucle del que no podrás salir.
Ahora que ya sabes cómo reducir la ansiedad y mejorar tu energía y rendimiento, aprovéchalo para llevar tu negocio al siguiente nivel.
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