Vamos a ver algunas comparaciones. En cuanto al ángulo de visión, ambas, la pantalla de plasma y la de LCD ofrecen un tremendo ángulo de visión de 170º. El refresco de imagen asegura un nivel de acción parejo para ambos sistemas de tecnología de imagen.
En cuanto al brillo los televisores de Plasma ganan sobre los LCD al contar con la tecnología más desarrollada y que permiten apagar por completo el pixel en la pantalla, los negros se ven más negros.
En cambio los LCD ganan a los Plasmas en la definición, fiabilidades y durabilidad de sus aparatos, consumiendo bastante menos que sus rivales, una opción a tener en cuenta sino somos muy exigentes.
En cuanto a la relación tamaño/precio entre ambos sistemas, podemos decir que dependiendo de la marca de cada TV podemos encontrar precios similares pero la tendencia es que el precio del plasma suele ser más bajo que el de un LCD. Si tomamos como ejemplo una misma marca como ser Philips, un tv plasma de 42 pulgadas cuesta alrededor de 1500 dólares, mientras que un LCD de la misma medida y marca está en 1800 dólares. Un plasma en esas mismas medidas pero marca LG cuesta 1600 dólares y un LCD de LG cuesta 2000 dólares. Indudablemente los plasmas son más económicos en el acto de la compra. Habrá que evaluar la amortización de ese precio considerando el tiempo de vida de cada uno de los sistemas.