Cuando lanzamos nuestro mensaje al mundo, esperamos que cause efecto WOW y resuene con fuerza en la cabeza de nuestro cliente.
Eso es lo que esperamos. No pretendemos que caiga en el agujero negro de los mensajes ni que rebote en su mente sin dejar apenas huella ni que se olvide con facilidad. No.
Queremos que sea memorable, que consiga ese clic tan ansiado y que cuando le surja ese problema que nosotras solucionamos, se acuerde de que podemos ayudarle.
Y para conseguir eso, lo primero es enfocar bien nuestro mensaje.
Y con “mensaje” no me refiero solo a tu propuesta de valor, a la propuesta única de venta o al eslogan de tu marca, servicio o producto.
Todos y cada uno de los textos de un negocio online funcionan como 1 conjunto y ese conjunto es tu mensaje.
Los textos de tu web, tus emails, las redes sociales… Cada uno de ellos tendrá un objetivo en mente, resultados diferentes y mensajes individuales, pero (y es que me encantan los peros) todos deben girar en torno a 1 solo mensaje:
“Soy la persona que necesitas”.
Pero ¿cómo enfocar los textos de tu negocio para conseguir que ese mensaje tan sencillo y complicado a la vez quede grabado a fuego en tu cliente?
Como norma general, tenemos claro qué hacemos y cómo ayudamos, pero nos olvidamos de hablarle de tú a tú a nuestro cliente.
Y con “de tú a tú” no me refiero a que utilices el “tú” en tus textos, no. Me refiero a que nos centramos en nosotras, nuestro producto, sus características y el resultado que ofrecemos, pero olvidamos lo que realmente importa: a quién va a parar ese mensaje y qué implica para él todo lo que decimos.
Por eso, hoy (que Jessica me ha dejado colarme en su blog) te traigo 3 pasos simples para que enfoques tu mensaje de forma correcta y, así, cause el efecto que buscas.
Cuando ya tenemos claro qué ofrecemos, tenemos que tener en cuenta estos 3 puntos:
Ten siempre presente a quién te diriges
Sí. Tú no tendrías negocio sin tus clientes. Tienes que tenerlo en mente en cada palabra que escribas.
Tienes que conocerlo, saber qué lo motiva y aquello que más le duele.
No te quedes en los datos superficiales. Has tratado con varios (o muchos) clientes hasta ahora:
¿Qué necesita de ti?
¿Por qué?
¿Cómo se siente al respecto?
¿Qué quiere cambiar?
¿Qué quiere conseguir?
Todas estas preguntas te acercarán a él, a su mente y a su vida. Conociendo las respuestas, podrás hablarle de forma que se sienta comprendido. Eso es lo que tienes que conseguir.
Investiga qué lenguaje utilizan
Este punto es importante. ¿Por qué? Pues porque aunque tú te expreses genial (que no lo dudo), puede que ellos no se identifiquen con cómo hablas.
No te estoy diciendo que dejes de ser tú. ¡Jamás! Defiendo mil la personalidad como elemento diferenciador de cada una, pero también es verdad que tienes que tener en cuenta cómo se expresan tus clientes para conseguir que te entiendan.
Me explico.
Es posible plasmar tu esencia y personalidad en los textos y, a la vez, hacerte entender. Básicamente, porque si no te entienden, no te compran ni contratan, y tú quieres que dejen de ser potenciales clientes para ser clientes superfelices.
Navega por la red y busca lugares donde tus clientes ideales se desahoguen o expresen sus necesidades.
Lee, infórmate y estudia su forma de expresarse, sus palabras y lo que transmiten.
Ve más allá de las palabras y descifra cómo se sienten, sus emociones y sus deseos.
En este punto, las respuestas a las preguntas anteriores se transforman y dejan de ser “cómo tú crees que se sienten y lo que tú crees que quieren y necesitan” para ser “lo que de verdad buscan y quieren conseguir y cómo se sienten en realidad”.
Con este ejercicio, conseguirás que el cliente que llegue a tu web se sienta identificado con tus textos y que quiera seguir leyendo porque “le estarás hablando solo a él”.
Descubre qué implica tu oferta para tu cliente
Estoy segurísima de que ofreces lo que piden, de que estudiaste el mercado antes de lanzar tus servicios o productos y de que los conoces al dedillo.
Bien. Teniendo esas 3 cosas dominadas, solo falta que vayas un poquito más allá.
Volvemos a tu cliente. Sí, todo gira en torno a él. Todo.
Piensa en tus servicios o productos, para hacer este ejercicio en “modo general” y en cada uno de ellos para que el mensaje de ese servicio o producto en cuestión sea lo más claro posible.
Ahora, identifica todo lo que incluye y cada una de sus partes o características.
Y… da un paso más y piensa en lo que implica para tu cliente cada uno de sus elementos, características y etapas. Su proceso, su presentación, sus componentes, su… todo.
Profundiza hacia las emociones que suscitan, los beneficios que tienen y cómo influyen en la vida y negocio de tu cliente y cómo van a transformar su mundo.
Objetivo: grabar tu mensaje en la mente de tu cliente
Sí, el objetivo principal de todos tus textos es que cuando a tu cliente le surja esa preocupación, ese problema o esa necesidad, piense: “Anda, Jessica hacía esto, aquello y lo otro. Voy a comentarlo con ella porque sabe de lo que habla”.
Y que cuando tu cliente aterrice en tu web, piense: “Vaaaya, es verdad, así me siento yo y esto es lo que yo quiero: conseguir X. Qué buen rollo me da esta chica. Sabe de lo que habla y se nota que conoce bien todo lo que necesito.
Voy a pillarle este pack / voy a escribirle un email / Voy a solicitar una sesión gratuita de estas que ofrece / voy a [inserta aquí lo que te gustaría que hiciera tu cliente]”.
Recuerda, todo gira en torno a tu cliente porque sin él, tú no tendrías negocio. Hazle ver, sentir y saber que lo conoces mejor que él mismo y que sabes cómo ayudarle para que consiga lo que quiere. De esta forma, tendrás recorrido más de la mitad del camino hacia la venta.
Y para que des un paso más y que ese cliente sea el cliente con el que has soñado siempre (sí, existen) te invito a un reto gratis que estoy preparando para que saques toda tu personalidad sin miedo y la plasmes en tus textos.
Imagina que quienes llegan a ti son esos clientes con los que es fácil trabajar y comunicarse, esos con los que te encanta reunirte porque no te roban energía y aquellos con los que todo fluye y siempre, siempre acaba bien.
Para conseguir conectar a ese nivel tan profundo, es necesario que dejes de tener miedo a mostrarte y empieces a sonar a ti DE VERDAD. Nada de voces inventadas. Solo siendo tú conseguirás conectar con ese tipo de clientes.
Haz clic y apúntate al reto gratuito “Conecta con los clientes que sueñas en 7 días”. Va a ser una semana muy intensa y te vas a llevar muchas sorpresas.
Foto: Enfocar de Shutterstock
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