La dinámica mundial actual se encuentra marcada por un alto grado de conectividad e interacción. Vivimos en un mundo altamente interconectado, donde las barreras del tiempo y del espacio han sido en gran medida superadas por el revolucionario invento de internet. La innovación es un factor natural y constante en el mundo de internet, y las redes sociales surgen como un recurso con el potencial de conectar a las personas de manera más directa; pudiendo estas encontrarse en extremos opuestos del mundo. Las redes sociales emergen como un canal de conexión, para una interacción más estrecha y cercana entre las personas.
Pero ese potencial de conectividad más personal no está solo para los particulares, también está para las empresas, como una alternativa más para acercarse de manera más íntima y personal a sus clientes actuales, y también potenciales. Sin embargo, en estos años de profunda modernidad aún existen directivos de empresas que no comprenden en su completud, el inmenso potencial de algunas derivaciones del mundo online, como por ejemplo, el de las redes sociales y su alto grado de aporte al marketing y los objetivos empresariales.
Con la revolución de las redes sociales y su poder de influencia, ha surgido la figura del community manager, desempeñada por profesionales encargados de gestionar las redes sociales de las empresas con el objetivo de optimizar sus resultados a nivel de marketing, y por supuesto, contribuir en lo relacionado a ventas.
La gestión de redes sociales en el ámbito empresarial, cuando es llevada a cabo de manera eficiente por un community manager, inexorablemente trae consigo múltiples beneficios, entre ellos, una mayor cercanía e interacción con los clientes actuales y potenciales que pasarían a ser seguidores, pero que en realidad no son más que personas con la posibilidad de ser escuchadas de manera directa a través de cada red social en relación a sus ideas, quejas o sugerencias; pudiendo estas ser de gran valor para la creación de nuevas propuestas en productos o servicios por parte de las empresas, así como para continuar mejorando en cuanto a calidad del producto o atención al cliente.
Cuando las redes sociales son gestionadas por profesionales especialistas, las empresas pueden tener conocimiento sobre la productividad de su uso e impacto sobre el público objetivo, aparte de tener la posibilidad, desde estos profesionales, de atender con eficacia a cada cliente actual y potencial; consiguiendo que estos se sientan identificados con la empresa y la marca.
Se entiende que para una empresa la cercanía con el cliente es más que importante, por tanto, el que profesionales puedan atender de manera idónea y en el momento preciso a cada cliente actual o potencial desde cada red social es, en definitiva, una posibilidad invaluable para consolidar la marca, la imagen corporativa, así como el grado de identificación de estos para con la empresa, y de alguna forma, su sentimiento de pertenencia para con esta; haciendo en un mediano o largo plazo, que esa fidelidad se traduzca en mayores índices de ventas, ingresos para la empresa, así como en un mayor grado de satisfacción por parte del cliente al sentirse atendido, y por supuesto, valorado.
Cuando la gestión de redes sociales es realizada por profesionales especialistas en el área, la redes sociales de la empresa aumentan en seguidores, incentivándose su participación desde actividades como la realización de promociones, concursos, sorteos, que le imprimen dinamismo a la comunidad; información promocional que muy seguramente se multiplicará a través de las redes sociales de esos clientes, lo que atraerá a más de estos, y por ende, más participación. En cuanto a ese poder de influencia, es importante tener presente la premisa de que una buena recomendación antes valía por 10 clientes potenciales, ahora en el mundo de las redes sociales, una buena recomendación vale por hasta 10.000 clientes potenciales, así como una mala recomendación también puede valer por ese mismo número pero en negativo; dato que debería alertar a las empresas en términos de la calidad de los productos y servicios que ofrecen. Ese es el poder de las redes sociales, es cercanía, es conectividad, es multiplicación exponencial de lo bueno, pero de lo malo también en términos de reputación.