¡Calibra tu monitor!
A veces las fotos en pantalla no se ven de la misma manera que cuando las tomamos. La cámara tiene mucho que ver, la forma en que medimos la luz, nuestro balance de blancos y la forma en que capturamos la imagen pero también afecta el monitor que utilizamos para visualizarla.
¿Te ha pasado que ves la misma imagen en dos dispositivos diferentes y se ven en tonalidades muy distintas? Se puede ver de una forma en un smartphone, pero de otra forma en una tableta, laptop, monitor grande o incluso en un proyector.
Este es un ejemplo de cuando tu monitor puede ser el culpable:
Imagen: Gamefilia.com
Todas las pantallas vienen de fábrica con valores predeterminados de calibración de color. Es como el balance de blancos pero de tu pantalla. Al calibrar tu monitor sabes que el blanco es realmente blanco, que el azul cielo no se va a ver como aquel turquesa a pesar de las condiciones de iluminación del lugar donde te encuentres. Esto es importante porque si ves tus fotos en un monitor cerca de una ventana y le da la luz natural, eso hace que veas los colores distintos a que si vieras la misma foto en el mismo monitor y con la misma calibración en una habitación cerrada con luz blanca.
¿Entonces cómo sabes si al editar tus fotos la gente va a ver la imagen que les estás enviando?
Para ello necesitas calibrar el monitor donde editas tus fotos. Existen varios dispositivos para hacerlo y los encuentras de venta en tiendas grandes de fotografía o de electrónica. El calibrador es como un “ratón” que se cuelga del monitor y va a una entrada USB de tu computadora. Viene con una aplicación que emitirá colores y ese “ratón” medirá cómo se ven los colores en tu monitor y tomará en cuenta la luz ambiental para al final ponerle unos valores personalizados de calibración a tu pantalla. No es complicado, sólo tienes que seguir los pasos.
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