Estos son los mitos más hablados y pensados por la gente, que debes de conocer y ver que no son reales.
1. Invertir es solo para ricos
La inversión está reservada para cualquier persona que desee optimizar sus finanzas personales y obtener rentabilidad. Es cierto que es más fácil participar en especulaciones financieras o inversiones riesgosas cuando ya tiene algo de efectivo. Sin embargo, las inversiones más rentables no están reservadas para los más ricos.La clave está en saber determinar correctamente tu perfil inversor para encontrar las inversiones que mejor se ajusten a tu presupuesto y tus expectativas.
2. En el sector inmobiliario hay que ser propietario para poder invertir
Para invertir (correctamente) en bienes raíces, tienes que tomar un crédito. Para sacar un préstamo, tienes que pasar por el banco. Para que el banco acepte prestarte dinero, ya debes ser propietario. No ser propietario de la vivienda principal no constituye necesariamente una barrera para acceder a una hipoteca. Dada la movilidad geográfica de las generaciones más jóvenes, comprar una vivienda habitual presenta tantas ventajas como riesgos (caída de los precios inmobiliarios, pérdida de capital en caso de reventa del inmueble, etc.).Ante este cambio de mentalidad, las entidades crediticias se están adaptando. Por lo tanto, cada vez más inversores jóvenes están comenzando a generar riqueza al hacer una inversión en propiedades de alquiler en lugar de hacerlo a través de la residencia principal.
3. Las acciones son demasiado riesgosas, no son para mí
Demasiado costoso, poco rentable, demasiado arriesgado, demasiado complicado… Las inversiones de capital, como los dentistas, sufren de una mala imagen. Y, sin embargo, es una solución muy rentable, siempre que planifique a largo plazo. A medio/corto plazo, correrá el riesgo de sufrir pérdidas. Pero a largo plazo ocurre lo contrario, las inversiones en acciones de los principales mercados bursátiles suelen resultar más rentables que inversiones de bajo riesgo.Además, las cantidades que inviertas en acciones cotizadas son recuperables en cualquier momento, al valor actual. Si sus prioridades y/o sus objetivos cambian, muy bien puede aumentar o reducir su inversión.
4. La inversión en acciones está reservada para personas que ya tienen abundantes ahorros
Todo depende del stock en cuestión. Si invierte en fondos de acciones diversificados, en la práctica puede ahorrar regularmente y acumular su capital con cantidades muy pequeñas. ¿La clave para el éxito?, no concentre todas sus inversiones en un solo medio. En otras palabras, no ponga todos sus huevos en una canasta.Si prefieres evitar invertir directamente en acciones, apuesta por las Organizaciones de Inversión Colectiva en Valores Mobiliarios (OICVM). Estas carteras de valores son especialmente adecuadas para inversores que tienen poco efectivo para invertir. Incluso con una sola unidad, los OICVM brindan acceso a una cartera ampliamente diversificada.
5. Fiscalmente, invertir es un infierno
El famoso “ tax hype ” tan temido por empresarios y empresas. Si Francia es tristemente conocida por ejercer tal presión fiscal que sus empresas la abandonan, esto es mucho menos el caso de las inversiones individuales.En cuanto a las inversiones realizadas por particulares, es un poco diferente. Tomemos, por ejemplo, el seguro de vida. Como todas las rentas del capital, está sujeta al impuesto de tipo único del IRPF en España, que va desde un 19% hasta un 26% sobre los rendimientos generados.
Además, ahora hay muchos jugadores que se especializan en gestión de patrimonio y finanzas personales, dedicada a apoyar a las personas que buscan invertir. Lo mejor antes de suscribirse a un producto es obtener información de un asesor financiero o un asesor de gestión de patrimonio. Estos expertos en finanzas personales conocen de memoria los mecanismos de las distintas inversiones, sus ventajas y sus peligros.
6. Soy demasiado joven/demasiado mayor para invertir
Falso. A cada edad su colocación. Todo depende de los objetivos que te propongas. Los trabajadores jóvenes (entre 20 y 30 años) no tienen reflejos para invertir su dinero, poco conocimiento de inversiones, palancas impositivas, procedimientos, etc. Y todavía, invertir cuando eres joven es el mejor momento. Cuanto más tiempo se mantiene una inversión, más rentable es. Esto le permite optimizar sus ingresos y finanzas, reduce tus impuestos, para pensar en el futuro. En resumen, las rentas de inversión serán mayores si se comienza temprano.Pero ¿en qué invertir en cualquier edad de tu vida?. Aquí, tienes 3 principales canales de inversión están disponibles para los jóvenes y mayores:
Bienes raíces.
Inversiones financieras.
Creación de empresas. La misma lógica se aplica cuando tienes entre 50 y 60 años. Donde los ingresos son generalmente bajos a los 20 o 25, entre los 50 y los 60 estás en la cima de tu carrera profesional.
Ventajas: tus hijos (si los tienes) han crecido y tú eres dueño de tu casa.
Desventaja: este suele ser el momento de su vida cuando los impuestos son más altos. Puedes suavizarlo con Plan de Ahorro para el Retiro (PER), la última incorporación a la ley del PACTE. Esta inversión te permite matar dos pájaros de un tiro: reducir tus impuestos con la deducibilidad de los pagos voluntarios mientras acumulas ingresos adicionales para la jubilación.
Más clásico, seguro de vida con acciones SCPI, fondos fórmula o fondos patrimoniales.
7. El seguro de vida es una inversión bloqueada y vinculante
Cuando escuchamos “seguro de vida”, inmediatamente pensamos en 8 años de bloqueo, retiros sujetos a impuestos, fondos con fórmulas que suenan complejas, rendimientos inesperados, etc. Sin embargo, la navaja suiza del ahorro, como se la conoce, es una herramienta simple, accesible y flexible. Los nuevos contratos están disponibles desde 100 €, o incluso 50 €, con pagos únicos o programados. Los pagos se pueden pausar o reducir según sea necesario.Por el lado de la gestión, el ahorrador elige libremente la asignación de sus ahorros, según su perfil inversor: prudente, equilibrado o dinámico. Puede modificarlo en cualquier momento de forma gratuita y sin restricciones.
8. Invertir en bienes raíces es demasiado arriesgado
Si el riesgo cero no existe, puede reducir este riesgo muy fácilmente de varias maneras:Los alojamientos pequeños nuevos o renovados (estudios, apartamentos de una habitación) son muy buscados: apuesta por propiedades de área pequeña centrándote en áreas geográficas donde la demanda es alta.
Agrupar los riesgos comprando acciones en SCPI de desempeño.
Invertir pequeñas cantidades a través de crowdfunding inmobiliario.