Tener pasión te hace sentir orgulloso de lo que eres, y de lo que quieres llegar a ser. Ser apasionado hace que quieras estar a la altura de las circunstancias, hace que cuando te caes puedas volver a levantarte con más fuerza, con la cabeza bien alta y los ojos llenos de energía, hace que quieras ser mejor. Ser apasionado con la vida hace que la ames por encima de todas las circunstancias. Tu pasión se expande, se contagia en otros, perdura en el tiempo.
La vida nos pone a prueba, una y otra vez. Retos, problemas, pérdidas, desengaños, desilusiones, distancias, orgullo, rencores. Hay personas que consiguen hacer más grandes todos estos pedruscos. Son los que convierten la bola de nieve en una avalancha que arrasa indiscriminadamente.
Y luego existen esas otras personas, increíbles en su humildad, que con un pestañeo los consiguen disolver, disgregar, hacer desaparecer. Son personas mágicas. Y son personas con un corazón grande. Personas que aman sin condiciones, personas que lo dan todo sin pedir nada a cambio, personas sensibles y fuertes. Maestros en nuestro día a día. En los más pequeños detalles te demuestran su entereza, su coherencia, su fuerza y su honestidad. Estas personas te cambian la vida. Hay un antes y un después, porque tus referentes van a cambiar. Tus valores se van a ver modificados, tus prioridades serán otras.
Soy muy afortunada. Y lo soy porque tengo cerca personas de esta categoría. Personas de las que estoy muy orgullosa. Hoy el post va para ellas, i en especial per a tu: perquè ets una persona increïble, bona, intel·ligent, honesta, forta i valenta. Ets una mestra, a mi m’has canviat la vida. Som afortunats tots els que et tenim a la nostra vida i estic molt orgullosa de tu.
Per a en Jordi Tardà i la seva familia
La entrada A la teva salut aparece primero en Lilu and Me.