Las herramientas de reconocimiento facial utilizadas por los agentes de la ley no son nada nuevo, sin embargo, una nueva aplicación llamada Clearview AI podría haber ido muy lejos, según recoge una investigación publicada por el diario New York Times. Desarrollada por el ingeniero de software australiano Ton-That y respaldada por Richard Schwartz y Peter Thiel (cofundador de PayPal), Clearview AI es una app de reconocimiento facial diseñada exclusivamente para su uso por autoridades gubernamentales y entidades comerciales, razón por la cual no se había escuchado mucho de la misma sino hasta poco.
Clearview AI tiene la finalidad de identificar delincuentes culpables de delitos como robos en tiendas, robo de identidad, asesinatos y asalto sexual. Hasta ahora todo bien, pero lo escalofriante del asunto está en el cómo la aplicación logra su cometido, lo cual raya en el territorio Orwelliano.
Para cumplir su objetivo, la aplicación necesita la foto del sospechoso, la cual es subida a un sistema que identifica al individuo en fotos públicas de esa persona extraídas de Internet, proporcionado a su vez enlaces a los sitios donde esas imágenes fueron subidas, como, por ejemplo, un perfil de Facebook o Twitter.
Clearview AI, vigilancia al estilo del Gran Hermano
De acuerdo con la información proporcionada por la fuente, -la cual fue difícil de encontrar dado el secretismo con el cuál se maneja la compañía responsable de la aplicación- el sistema de la aplicación comprende una base de datos con más de tres mil millones de imágenes que Clearview afirma haber obtenido de sitios públicos y redes sociales, tales como Facebook, YouTube, Venmo, Instagram, Twitter y muchos otros más.Lo anterior mencionado va más allá del alcance de cualquier otro Software desarrollado por los gigantes tecnológicos de Sillicon Valley. Asimismo, la lista de clientes de Clearview varía desde cuerpos de policía locales hasta entidades gubernamentales como el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Al parecer, más de 600 agencias de seguridad en los Estados Unidos han adoptado esta herramienta desde el año pasado, pero obviamente la compañía se rehusó a compartir la lista completa de sus clientes.
Hasta ahora, el uso de tecnología de reconocimiento facial para localizar individuos se le considera un tabú debido a su potencial para perjudicar la privacidad de los individuos, razón por la cual muchas compañías se han abstenido de lanzar públicamente herramientas de este tipo, temiendo el escrutinio público que podrían generar. No obstante, tales herramientas existen y Clearview AI es un ejemplo de ello (pero no el único).
Hoan Ton-That, fundador de Clearview AI dando una demostración de su aplicación
Una pieza de información preocupante es lo reportado por el NYT al analizar el código fuente de la aplicación, dado que incluye lenguaje de programación para emparejar la app con lentes de realidad aumentada; esto en teoría permitiría a los usuarios identificar a cada persona en su rango visual, revelando no solo sus nombres, sino también información de sus actividades y lugar de residencia.
El potencial para convertirla en un arma es grande
Si bien la app sirve a un propósito tan noble como la es de llevar a los criminales ante la justicia (algo en lo que ha probado ser bastante efectiva), es imposible no prever los potenciales riesgos inherentes a ella, especialmente cuando se tiene en consideración que está disponible no solo para entidades gubernamentales, sino también para empresas.El sitio web de Clearview solo concede acceso a usuarios gubernamentales o empresariales
En este sentido, Eric Goldman, codirector del Instituto de Derecho de Alta Tecnología de la Universidad de Santa Clara, le ha dado al New York Times un par de ejemplos:
“Imagínese a un oficial de policía deshonesto que quiere acechar a posibles parejas románticas, o un gobierno extranjero que usa esto para desenterrar secretos sobre las personas para chantajearlos o meterlos en la cárcel.”
Si bien las prácticas de Clearview AI son “legales” por tratarse de imágenes compartidas de manera pública en Internet, algunos entendidos del tema señalan que esto podría de hecho entrar en conflicto con las regulaciones sobre la protección de datos, dado que los usuarios no son conscientes del uso que se les dará a estas imágenes.
Un ejemplo notable es el RGPD de la Unión Europea (Reglamento General de Protección de Datos), el cual establece en el artículo 9 lo siguiente:
La compañía defiende que su aplicación solo recopila fotos e imágenes disponibles públicamente y que, además, están trabajando en permitir que una persona solicite la eliminación de sus imágenes si se han eliminado del sitio original.
Vía | The New York Times
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