La introducción a un trabajo investigativo, muchas veces puede hacer que tu labor resalte o quede arruinada. Esta primera frase representa la calidad de tu investigación, ya que es este punto, el cual debe capturar la atención del lector, informándole el tema que se encuentra investigando. Por este motivo esta parte es fundamental para mantener al público leyendo tu trabajo.
A continuación podrás encontrar algunos consejos que te pueden ayudar a desarrollar una gran introducción investigativa.
* Lo primero que debes hacer es investigar sobre el tema, asegurándote de que lo que investigas no haya sido hecho por otro persona. Para esto puedes buscar libros o artículos específicos en el tema, por lo que debes evitar los sitios web independientes.
* A la hora de preparar la introducción, es recomendable realizar un esquema de contenido de tu trabajo previo a la redacción, por lo que este debe ser uno de los primeros pasos a seguir. Este esquema, debe ser un esbozo de tu trabajo, sin entrar en mucho detalle. Esto hará que profundices la introducción y que organices tus fuentes.
* Escribe la temática del trabajo que has investigado y sitúala en un contexto que sea apropiado. Estas pueden ser varias frases detalladas, resumiendo tu tema de investigación. Usa palabras claras y concisas, ya que así lograrás captar más fácilmente la atención del lector.
* Puedes también hacer un señalamiento breve del objetivo de tu investigación, ya sea que esperas obtener y que te ha llevado a elegir ese tema en particular.
* Por último, puedes indicar la metodología utilizada para realizar el proyecto. De modo tal, que en los objetivos y la introducción solo deberás apuntar a la metodología que has elegido, haciendo posteriormente un análisis profundo.
Si sigues estos pasos, lograrás una introducción más que interesante para el lector.