"Entre innovadores no hay competencia". Esta respuesta la dí el año pasado a un supuesto innovador. Me atrevo a comentarlo ahora por motivos diversos y porque quería observar su impacto.
Este post comentó porqué esta frase es importante y porqué es un indicador natural de un ecosistema de innovación.
La historia fue así. Todo ocurrió en un evento de innovación, donde se presentaban innovaciones y obviamente todos eran "innovadores".
La verdad estaba con pocas ganas de asistir, pues dentro del ecosistema de innovación e emprendimiento donde estos eventos se daban y aún se dan -destaco- en un específico país ... de innovación y emprendimiento había poco. Pero esto ya lo comentaré.
En este evento me presentan una persona que me pregunta qué hago.
Mi respuesta fue obvia: realizo consultoría en Innovación Estratégica y soy Doctor en Proyectos de Innovación Estratégica, aclarando un poco más lo que hago y el grado de doctor que pose requieren un explicación pues no son obvios y no son comunes.
Y la respuesta que recibí fue: "ah, entonces somos competencia".
Ahí simplemente di la respuesta con que inicié este blog.
No seguiré con la historia, pues la persona aludida puso cara de "situación" y se retiró.
¿Pero porqué es importante la frase? Porque simplemente es obvia y se comprende con otras preguntas ¿Cómo pueden competir innovadores? ¿Cómo puede un innovador hacer lo mismo que otro?
La propia esencia de la innovación excluye que existan repeticiones o cosas repetidas o copiadas.
Entre consultores de innovación, si se piensa que hay competencia es que no se ha sido capaz de crear una consultoría innovadora.
De hecho, la frase facilita la importancia de : hay que detectar y separar innovadores de otros turistas de la innovación.
Por eso la respuesta a las últimas preguntas son obvias: es imposible que ocurra.
Aún más. Los innovadores existen hace décadas y respetando el pensamiento de Drucker, los procesos de innovación siguen procedimientos formales inclusive estrictos de creación, diseño, gestión y evaluación, sea del tipo de innovación que sea. Por tanto la innovación requiere un dominio profundo de muchas ciencias y disciplinas, y no adaptaciones (espero bien intencionadas) de conceptos anquilosados o resucitados, o simplemente poner nombres en inglés a cosas muy tradicionales.
Por eso la innovación tampoco es una suma de los llamados talleres de creatividad (desde lo viejos talleres de brainstorming hasta los talleres de design thinking, por ejemplo), tampoco son conjuntos de laboratorios de creación o co-creación (que existen un boom al respecto). Incluso se piensa que es un tema de marketing, de informática, de mecánica, algo social, etc. La verdad que no hay dueños de la innovación.
Lo importante es que la frase es un punto de inflexión, una métrica para medir cuánto alguien sabe de innovación.
Por eso, es una frase incómoda, pero quien la comprende sabe que los innovadores se unen, suman, crecen en conjunto.
Por eso es una frase dura, pues pone en evidencia el dominio de la ética de la innovación. La innovación no vende lo que no es ni se vende como algo espurio y carente de sostenibilidad.
Por eso es una métrica, un indicador, de un ecosistema, pues la innovación bien definida y desplegada permite discriminar el tamaño y proyección de su ecosistema.
Lo anterior permite decir algo más y que dejé pendiente al inicio de mi post cuando destaqué que estuve en un evento donde había poco de innovación y emprendimiento. Esto es otra métrica.
He asistido a varios eventos de innovación y he observado que siempre asisten las mismas personas y se permutan solamente en sus roles de ponentes y de oyentes. En un ecosistema real de innovación, los innovadores reales existen y no se repiten en eventos, pues van fluyendo, hay mucho potencial, y obviamente muchos no se consideran innovadores o saben que no lo son y no les interesa serlos.
Estos entornos enriquecen la innovación.
Además en estos eventos se muestran avances tecnológicos con modelos de negocio aún no sostenibles que muchas veces son actualizaciones tecnológicas con un enfoque organizador del negocio, omitiéndose lamentablemente muchos otros aspectos
Además, ser innovador no implica definirse ni denominarse innovador.