Finalmente, y según los máximos responsables de Samsung, los problemas del Samsung Galaxy Note 7 vinieron directamente de unas materias defectuosas y de las prisas a la hora de realizar una fabricación demasiado apresurada en el caso del primer recall. En la fabricación del phablet se utilizaron dos modelos de baterías diferentes, y los dos provocaban un cortocircuito por diferentes razones.
Las dos baterías del Samsung Galaxy Note 7
En la primera de las baterías que se utilizaron en la fabricación del phablet el fallo estaba en un defecto de diseño en la esquina superior derecha que provocaba finalmente un sobrecalentamiento . Lo que sucedió con las segundas baterías que se utilizaron para reemplazar las primeras unidades defectuosas, es que su fabricación se realizó de una forma demasiado apresurada.
Unas prisas que tuvieron como consecuencia que hubiera fallos de soldadura en dichas baterías y que se fundiera el cobre provocando de esta manera los cortocircuitos. Así que con esta explicación la compañía ha descartado, después de una amplia investigación, que todo el lío del Samsung Galaxy Note 7 con otros problemas de hardware e incluso de software. Todo el peso del problema se ha tentador finalmente en las baterías, algo que por otro lado era la teoría más extendida y motivo de muchos rumores y filtraciones.
Para concluir, desde Samsung se ha anunciado que hasta un 96% de las unidades del phablet vendidas han sido devueltas, pero no se ha querido entrar en cuestiones tan importantes como las pérdidas económicas que esta crisis a supuesto para la compañía surcoreana. Ahora falta por ver cómo se recupera la compañía de una metedura de pata tan grave, que se podía haber evitado en su mayoría simplemente teniendo más cuidado al fabricar la segunda tanda de baterías que iba a sustituir a la primera defectuosa.
vía