4 pasos para una auditoría de reputación online inicial
1er paso: búscate en internet
El primer paso no por obvio es menos necesario e importante: debes averiguar qué dice de ti o qué dicen de ti en internet, y eso pasa por realizar una búsqueda en internet de tu nombre y apellidos.
No te quedes simplemente en la información que aparece en tu DNI: busca todas las combinaciones posibles como si fueras una marca e intentaras posicionarla mediante la creación de diferentes keywords.
Así, si tienes un nombre compuesto búscalo también en su forma abreviada, si tienes un sobrenombre añádele los apellidos, búscate con y sin iniciales y no te olvides de hacer uso de las comillas (“nombre apellido apellido”), ya que éstas te darán como resultado la búsqueda exacta de esa combinación, algo muy útil si tu nombre o tus apellidos son bastante comunes y puedan mostrar los de otra persona.
2º paso: analiza el resultado
Lo que aparezca como resultado de la búsqueda, será la primera impresión que se recibe de tu yo virtual, que debe diferir lo mínimo de tu yo real.
Tal como ocurre en cualquier aspecto, la primera impresión lo es todo, por lo que si después de esta búsqueda el primer resultado visible es una foto comprometida, ya sabemos que tenemos una crisis de reputación, ya que esa foto será lo primero que verán amigos, familiares y lo que es peor, posibles contratadores, jefes, empleados a nuestro cargo, etc.
Debemos fijarnos sobre todo en la primera página de resultados (aunque no únicamente, pero sí que será la primera impresión), y cómo de visible y accesible es el contenido que se muestra: si muestra como resultado nuestra página de Facebook, una de las acciones posteriores sería revisar el estado de privacidad de nuestras publicaciones, que forma parte del 3º paso.
3º paso: define las acciones deseables / a realizar
El Excel es uno de los mejores aliados de toda auditoría: anota en una hoja de cálculo al menos los veinte primeros resultados (dos páginas de los buscadores) de cada posible combinación de búsquedas, que es hasta donde solemos fijarnos a la hora de buscar información.
Una vez anotado cada resultado, mide la gravedad de lo mostrado reduciéndola a medida que se haga menos visible. Puedes usar un código de colores (rojo para los graves, verde para los que no suponen un problema) o una puntuación que te ayude a determinarlo.
Junto a esta clasificación, anota los pasos a realizar que anulen o desplacen ese resultado en el caso de ser negativo: pueden ser pasos tan sencillos como eliminar el contenido en el caso de que tengamos control sobre él (una publicación en un blog personal, un comentario en Twitter o, como ya hemos ejemplificado, cambiar la privacidad en Facebook) o algo más complejos o que incluso requieran de terceros, como es el caso de tener que denunciar contenido difamatorio.
4º paso: no te quedes en superficie
Ya hemos indicado la importancia de la primera página de resultados, como primera impresión que se tiene, y la segunda como el tope al que tradicionalmente llegamos cuando estamos interesados en buscar información, pero los tentáculos de internet son mucho más extensos que 10 o 20 páginas: desde las búsquedas de imágenes, donde puede aparecer material comprometido, hasta el rastro que dejamos eliminemos o no contenido (páginas indexadas, referencias en páginas de terceros, reproducción del contenido en otras webs, etc.).
Para ello, haz el ejercicio mental de ponerte en la piel del caso que te preocupa tratar: si lo que te preocupa es que una foto comprometida haya podido dar el salto de tu página de Facebook a la web, búscala donde creas que puede encontrarse más allá de los primeros 20 resultados (Google Imágenes, banco de imágenes, webs que refieran al lugar donde te fotografiaste, etc.). Por supuesto, todo lo que encuentres anótalo en el Excel.
No dudes en contar con ayuda profesional
Esta auditoría puede servirnos para solventar posibles problemas cada vez más cotidianos como que, ante una posible entrevista de trabajo, el empleador quiera obtener más información sobre nosotros y te quieras garantizar que todo lo que encuentre sea positivo.
Pero en el caso de que tengas un problema serio de reputación online, nuestra recomendación es que acudas y te pongas en manos de expertos que conozcan a la perfección el medio online y sepan cómo resolver con éxito una crisis de reputación.
La clave para acudir a esta medida reside en que muchas de las acciones que definamos como posibles para borrar o neutralizar el contenido, no siempre están bajo nuestro control: es el caso de comentarios difamatorios o la negativa de terceros para eliminar un contenido privado que nos perjudique alojado en sus páginas o de su propia autoría.
Por otra parte el funcionamiento del posicionamiento web produce que, sin que así lo queramos, en ocasiones lo negativo preceda a lo positivo en las búsquedas, pudiéndose revertir fácilmente esta situación si se pone en manos de quienes manejan a diario técnicas de marketing online y especialistas en SEO, que puedan condenar el resultado negativo a los últimos puestos de los buscadores y alzar el positivo o incluso crearlo conforme a nuestros intereses para que cope las primeras páginas de resultados.
En Reputation Crisis contamos con las manos expertas de GO2JUMP, expertos en marketing 360º, y con las herramientas y experiencia de Red Points Now, expertos en defender y eliminar todo caso de contenido negativo en internet. ¿Quieres “asear” tu presencia online?