En otros tiempos, el formato cuadrado tuvo un gran éxito, sobre todo en los retratos. El formato de película 6x6 cm era utilizado por muchos fabricantes, profesionales, y hasta aficionados que querían utilizar estas proporciones para firmar algunas de las fotografías más bonitas que se hayan tomado, en especial en retratos.
La belleza de una composición cuadrada ya es un motivo suficiente para adoptar dicha solución en muchas situaciones, pero hay, además, una importante regla de oro.
La elección del formato cuadrado permite concentrarse en el sujeto, y decidir después en segunda instancia un posible corte, en horizontal o en vertical, y para realizar un encuadre parcial.
En cambio, utilizando un formato rectangular clásico, el fotógrafo está obligado a hacer una elección que podría resultar, por eficacia o por exigencia de paginación, inadecuada o menos "potente" que la que se escogió a la hora de la toma.
Es casi imposible transformar una foto en formato vertical en un encuadre horizontal. Esto es así, por ejemplo, cuando se producen imágenes destinadas a una revista y la fotografía es tan espectacular que merece ser publicada a doble página.
Pero incluso el retrato de un amigo o de un pariente puede convertirse en motivo de un póster, de ampliaciones o de una visión a pantalla completa en el ordenador. En estos casos, si las dimensiones de salida no son las adecuadas, difícilmente se podrá ajustar a las nuevas exigencias.
Actualmente, la resolución de las cámaras es cada vez más elevada y puedes aprender a encuadrar -sobretodo en el retrato- el sujeto en el centro, como si realmente el sensor tomase sólo la zona central, dejando las dos franjas laterales del encuadre horizontal.
Citamos el retrato porque, una vez escogida la localización, la situación, la luz (¡y el sujeto!), hay que dedicarse a las expresiones, a crear una estrecha relación con la persona situada delante del objetivo, y menos tiempo a escoger el encuadre perfecto.
Si aprendes a componer en el centro, en el área cuadrada, podrás elegir más tarde. Hay quien piensa que es mejor componer la imagen y el corte definitivo utilizando todo el fotograma, pero son pocos los profesionales que optan por esta vía. Los expertos saben que las soluciones ponderadas son siempre las que dan mejor resultado.
PANTALLAS PARA ENCUADRES PARCIALES
No siempre es fácil utilizar el encuadre cuadrado con un visor que es claramente rectangular. Es cierto que, con la práctica, es fácil acostumbrarse, pero hay muchas personas que prefieren tener puntos de referencia.
Para los que prefieren tener estas guías existen los cristales de enfoque. Sólo son compatibles con algunas cámaras, que permiten sustituir este elemento, y son también bastante caros.
¡Anímate a comentar! Tu opinión es muy importante para mí